Miércoles 30 de Octubre de 2024

REDES SOCIALES

7 de julio de 2019

Alerta Deepfake: de qué se trata y por qué es un riesgo en la campaña electoral

Las redes sociales volvieron a oficiar de vehículo de distribución de fake news al viralizar un video manipulado en el que se intentó simular que la ministra Patricia Bullrich estaba brindando una conferencia de prensa en estado de ebriedad.


La edición espuria de las imágenes se basó en una ralentización del discurso de la ministra de Seguridad, lo que provocó un efecto de falsa embriaguez en la voz de Bullrich.   La viralización del video generó un debate que se trasladó de las redes sociales a los medios de comunicación, donde comenzó a circular con velocidad el término deepfake. “Esto de Bullrich no califica como deepfake ya que es una manipulación que tiene que ver con hacer más lento la progresión del video. No es algo que requiera de inteligencia artificial”, aseguró Pablo Javier Blanco en diálogo con Cristina Pérez.   El periodista especializado en tecnología definió al anglicismo como un proceso en el que “aparece la imagen de una figura pública pero en su boca se proyecta una persona que imite su voz y lo haga decir algo que la figura nunca dijo”.   “El programa combina un montón de videos del famoso, cómo se mueve, cómo se gesticula y con una persona que imite muy bien la voz y sepa sintentizar un mensaje con un tono parecido al que tiene la persona en cuestión”, detalló. Este tipo de falsificaciones digitales suman un nuevo capítulo a la propagación de fake news a través de redes sociales y convocan a reflexionar sobre qué es real y qué no en el universo virtual.   “Con la foto uno se permite dudar pero el video siempre fue mucho más difícil de falsificar. Entonces uno piensa que si está el video, es real. Se complejiza la manera de percibir qué es real y qué no. Y cada vez hay más tecnologías que hacen el deepfake más accesible”, sostuvo Blanco.   Para contrarrestar la distribución de información falsa, el entrevistado propuso “dudar de la veracidad de todo lo que recibamos, sin importar cuál sea la fuente”. Bajo su perspectiva, los usuarios de Facebook, Twitter, Instagram y WhatsApp que compartieron el video de Patricia Bullrich “hoy sienten un poco de vergüenza de haber propagado algo falso y la próxima vez no lo van a hacer”.   “Estas cosas pasan y más ahora en campaña política. Hay que pensar dos segundos antes de compartirlo porque lo más fácil cuando te llega algo que tiene un potencial viral es apretar el dedo, dejarlo y poner reenviar”, añadió.   Por último, Blanco señaló que la difusión del deepfake “no se da ni en un medio ni en una publicación gráfica sino en el terreno de las redes sociales que hoy forman parte de una vida paralela que tenemos todos”. A su juicio, estas son “un anexo de nuestro mundo que hoy es más real inclusive que en el que vivimos nosotros”.

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