En la misma velada, se realizó el acto de colación de las promociones 2013, 2014 y 2015 y se compartió un gran festejo del cual participó el pueblo de Chumbicha.

Estuvieron presentes el intendente Alfredo Hoffman, la rectora del IES, Inés Sotomayor; el ministro de Obras Públicas, Rubén Dusso; los diputados nacionales, Néstor Tomassi e Isauro Molina; el senador Hugo Corpacci; los intendentes Pío Carletta (Icaño) y Omar Soria (Huillapima), entre otras autoridades del Poder Ejecutivo y municipal.

El IES se fundó el 23 de mayo de 1985 y durante su existencia entregó 500 profesionales, hoy en día es casi la misma cantidad de jóvenes que asisten. Por pedido de la comunidad educativa, la Gobernadora y el ministro de Educación, José Ariza firmaron el decreto en el que se asigna el nombre de Don Sebastián a esta institución.

Sebastián Alejandro Corpacci creó en Chumbicha la primera Escuela Especial, la Escuelade Alfabetización de Adultos y la Escuela de Capacitación, que funcionaban en las instalaciones del ex ferrocarril.

Durante el acto se proyectó un video que ilustró la vida del ex diputado nacional; también se realizó una obra de teatro y la mandataria entregó de forma simbólica algunos diplomas a los egresados. También se entregaron chequeras del Boleto Estudiantil Gratuito que beneficia a los estudiantes de Capayán.

La rectora, en su discurso, destacó la figura de Sebastián Corpacci y dijo que se trataba de un acto de justicia "porque fue el impulsor de la formación y la capacitación de adultos, al crear la escuela de alfabetización. Y también fue un innovador al crear la primera escuela especial, para darle educación y oportunidades a chicos con discapacidad en aquellos años”.

Lo propio hizo el intendente Hoffman, que además le entregó el decreto de huésped de honor a la jefa de Estado. Hoffman dijo que "es un merecido reconocimiento a un hijo predilecto de Chumbicha, que fue un político que trabajó al lado de su pueblo”.

Al hacer el uso de la palabra se vio a la Gobernadorasinceramente emocionada.

"No sé si alguien dimensiona lo que es para un hijo, firmar un decreto para que una escuela lleve el nombre de su padre. Quiero agradecerle a todos los que hicieron esto posible. Yo nunca me hubiera animado a pedirlo, porque es mi padre, pero me parece justo”, dijo Lucía.

"La política tiene de todo, hay momentos muy gratos, cuando uno brinda cosas y puede hacer cosas por los otros, cuando alguien agradece; pero tiene también momentos muy duros”, recordó.

En referencia a su padre, Lucía señaló que "tres veces fue preso político, siempre por golpes de Estado en una Argentina muy convulsionada, lo que significó mucho dolor para la familia. Yo tengo una hermana que se llama Soledad porque nació cuando mi padre estaba preso. Recuerdo en el último golpe de Estado cuando se lo llevaron. Y uno como hijo le reclamaba esa cosa de ‘¿Por qué papá? ¿Por qué tenés que ir, por qué tenés que volver? ¿Por qué no pensás en nosotros? Y ahora uno entiende cosas que en ese momento no entendía. Ahora uno entiende que hay gente, él y muchos, que se comprometen con la vida, que se comprometen con el deber al otro, y que anteponen siempre el deber al otro a la necesidad propia. Ese fue don Sebastián Corpacci, y ese es el orgullo más grande. Y yo donde me paro lo digo: la herencia más rica que se puede dejar a un hijo, es cuando un hijo siente el orgullo de su padre y lo lleva para toda la vida. Y este hombre dejó ese orgullo para sus hijos y para sus nietos, porque aún hoy cuando van a la escuela son reconocidos como el nieto de Don Sebastián”.

Lucía destacó finalmente que más allá de su reconocida labor pública, Don Sebastián "fue un buen padre, un padre cariñoso, afectuoso, fue un buen marido…”, por lo cual instó a los estudiantes a procurar siempre, más allá de su preparación profesional "ser buenas personas”.