De esta manera se vio conveniente centrar la ayuda en la sede parroquial ubicada en calle Zurita casi esquina avenida Alem, desde donde se lleva a quienes la están requiriendo.

La tarea solidaria para acompañar a los hermanos que sufren la pandemia se viene articulando a través de una red que crece con la ayuda de todos.

“La red solidaria se expande con el aporte de los grupos e instituciones eclesiales, especialmente Cáritas, los comedores comparten lo que tienen, algunos ven conveniente hacer viandas preparadas con alimentos para el día. Los bolsones llevan frutas, verduras, a veces porciones de pollo y carne vacuna, incluso golosinas”, comentó el párroco Eugenio Pachado.

También dijo que “se viene entregando elementos de limpieza y de higiene, y para las familias que tienen bebés se está pidiendo la donación de pañales, o se los compra, ya que se hizo una pequeña alcancía con los que traen algún dinero”.

“La ayuda es de todos los días, como el pan de cada día que pedimos en la oración del Padrenuestro. No es mucho lo que hacemos, es lo justo y lo necesario; primero animamos y luego nos disponemos a la tarea, unos elaboran el pan, otros traen los elementos”, describió el Padre Eugenio, apuntando que “el personal autorizado para llevar la asistencia desde la parroquia a las familias depende de Acción Social de la Municipalidad de la Capital”.