Sábado 23 de Noviembre de 2024

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24 de diciembre de 2016

Preocupación en la Cámara de la Construcción Argentina

La relevación de Marcelo Odebrecht ante la justicia de Estados Unidos, sobre los sobornos que pagó en varios países para obtener contratos de obras públicas, amenaza con ser un nuevo dolor de cabeza para los constructores argentinos.

ARGNoticias.com  pudo saber que al conocerse la explosiva confesión de los brasileños, los máximos directivos de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) sostuvieron intensas comunicaciones e incluso el tema formará parte de la próxima reunión de su consejo directivo, luego del receso por las fiestas. El objetivo es plantear una estrategia ante un conflicto que podría tornarse inmanejable, sobre todo porque muchos de los grandes popes de la obra pública fueron socios de Odebrecht en los proyectos ahora sospechados.

Por eso resulta sugestivo el silencio de su presidente Gustavo Weiss, titular de Eleprint, que no escatima exposición pública cuando se trata de elogiar al gobierno de Mauricio Macri, por más que todos los indicadores sean unánimes en el impacto negativo de la actual política económica en su sector.

 

Hace 6 meses la imagen del exsecretario de Obras Públicas José López intentando ingresar bolsos con 9 millones de dólares a un convento produjo un verdadero cimbronazo entre los empresarios de la construcción, ya que se trataba del hombre que manejaba los pagos de la obra pública con una suma de dinero negro sideral en su poder. Sin embargo, con buenos reflejos Weiss salió a despegarse del célebre exfuncionario y alegó que se trataba de sobornos que provenían de obras del sur.

En este caso la situación no sería tan sencilla. Si bien el mayor proyecto que comparte Odebrecht con un socio argentino es el soterramiento del ferrocarril Sarmiento, obra de unos US$ 3.000 millones es IECSA, la firma de Angelo Calcaterra, existen otros megaemprendimientos donde los brasileños fueron asociados a buena parte de los capitanes de la obra pública.

En esa lista está la planta potabilizadora Juan Manuel de Rosas, que tuvo un presupuesto de US$ 350 millones y fue inaugurada por Cristina Fernández de Kirchner en 2014. La UTE ganadora estuvo integrada por Odebrecht, Roggio, Cartellone y Supercemento.

Un caso más reciente es la construcción de gasoductos en Córdoba, donde los brasileños comparten cartel con Electroingeniería, IECSA y una empresa china. Esta obra disparó una gran polémica por la provisión de los caños y luego de un fuerte lobby Techint logró que el gobierno de Macri interceda ante Schiaretti para que se le compre una parte de los tubos a la empresa de Paolo Rocca.

 

 

Asociaciones fallidas

 

 

Más allá de los consorcios que lograron hacerse de los contratos, Odebrecht también compitió sin suerte por grandes emprendimientos energéticos. El más recordado fueron las represas Kirchner-Ceperenic, paralizadas esta semana por la Corte Suprema, donde su socio fue IMPSA, la empresa de Enrique Pescarmona, que supo tener una importante expansión en Brasil. La obra fue finalmente adjudicada a Electroingeniería, Gezhouba e Hidrocuyo.

 

 

De la misma manera, los brasileños se presentaron junto a General Electric y Eleprint, justamente la compañía de Gustavo Weiss, para construir la central térmica Guillermo Brown en Bahía Blanca, aunque el proyecto quedó para la alemana Siemmens.

 

 

Flavio Faria el contacto de Odebrecht , con los empresarios Argentinos

Como se ve, Odebrecht no llevaba adelante en soledad su actividad empresaria en Argentina y si de corroborarse lo que sostuvo su presidente en relación al pago de sobornos, no resulta verosímil que sus socios argentinos desconozcan esas supuestas malas artes a la hora de la negociación.

 

Fuente ARGnoticias

 

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