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POLITICA
8 de diciembre de 2015
Parrilli dijo que es por el dictamen de Di Lello, aunque no es vinculante. El bastón lo entregaría Lorenzetti.Cristina Kirchner finalmente no asistirá a la asunción de Mauricio Macri como presidente de la Nación. Ni en el Congreso ni en la Casa Rosada, la actual Presidenta no le entregará los atributos a su sucesor, con lo cual esa responsabilidad quedaría en manos del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.
Después de varios días de tire y afloje, la decisión de Cristina fue anunciada por el jefe de inteligencia, Oscar Parrilli, quien afirmó que "no están dadas las condiciones para que la Presidenta concurra al Congreso" por el dictamen que emitió esta mañana el fiscal Jorge Di Lello aceptando la medida cautelar presentada por Macri para que se considere concluido el dictamen de Cristina a las 24 horas del miércoles 9.
Exagerado, el titular de la ex Side habló de "un golpe de Estado" judicial ya que con ese dictamen "no habrá presidente durante doce horas", porque Macri recién jurará a las 12 del jueves 10. Además de lo exagerado, Parrilli no tuvo en cuenta que el dictamen del fiscal federal no es vinculante, y que la decisión está en manos de la jueza María Servini de Cubría que todavía no resolvió la cautelar.
"Entre esto y un golpe de Estado no hay mucha diferencia", lanzó Parrilli, que después admitió que quizás había ido un poco lejos con la comparación. "Es un poco exagerada la comparación, pero también es exagerado todo esto", indicó.
"Hoy tuvimos una reunión a las 13, muy cordial. Acordamos todos los detalles de seguridad, protocolares, e hicimos una propuesta (que Cristina no entregue los atributo pero esté en el Congreso para la jura). Dijeron que tenían que consultarla con Macri", relató Parrilli. "Ahí nos enteramos que habían pedido una medida cautelar", agregó, dando a entender que eso detonó las negociaciones.
"La Presidenta no puede concurrir 12 horas después a hacer entrega de un mandato presidencial, no puede hacer usurpación de título, no es su intención de ninguna manera entorpecer ni ridiculizar el acto institucional", explicó el jefe de la ex Side. "Damos por terminado este debate", dijo Parrilli, que volvió a hablar como el vocero de Cristina como cuando era secretario general de la Presidencia.
A su lado, estaba quien ocupa actualmente ese cargo, Eduardo De Pedro. "Una fuerza política que hizo campaña promoviendo el diálogo, suspende la reunión (de esta mañana) y recurre al Poder Judicial para que le prohíba a la Presidenta concurrir a la jura del presidente electo", se quejó el camporista. "Salvo que el ingeniero Macri no quiera tener una foto al lado de la Presidenta de la Nación; parece que lo asesoraron de que esa foto no le conviene", chicaneó el diputado electo.
Durante un improvisado contacto con la prensa, los funcionarios kirchneristas también montaron una especie de 678 en vivo y a través de un teléfono celular mostraron un video de Macri de hace dos semanas, donde sostiene que el traspaso se haría en el Congreso "como corresponde". "El mismo ingeniero Macri reconoce ahí que el traspaso se iba a hacer en el Congreso. Luego no sabemos por qué motivo dijo que prefería en la Casa Rosada", completó Parrilli.
Casi al mismo tiempo, el PRO difundió un comunicado donde asegura que después de la jura ante la Asamblea Legislativa, se trasladará a la Casa Rosada y a las 13.30 se iniciará la ceremonia de traspaso de los atributos de mando en el Salón Blanco, con 200 invitados.
Con Cristina fuera de toda ceremonia, el encargado de colocarle la banda presidencial y entregarle el bastón a Macri sería el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti. LPO reveló el viernes pasado que esta era la idea de Macri si Cristina no recapacitaba y seguía encaprichada con que el traspaso se haga en el Congreso.
De esta forma, por primera vez desde el retorno a la democracia en 1983, el presidente saliente no estará en la ceremonia de traspaso de mando.