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SALUD
23 de marzo de 2023
En el marco de la 4ta Reunión de la Red de Centros Colaboradores de Vigilancia y Evaluación de la Resistencia Antimicrobiana (RAM), debatieron sobre la capacidad de bacterias, virus, hongos, y parásitos de volverse invulnerables a los medicamentos.
La RAM pone en peligro la eficacia de la prevención y el tratamiento de una serie cada vez mayor de enfermedades causadas por virus, bacterias, hongos y parásitos en la medida en que las infecciones persisten, lo que incrementa el riesgo de propagación a otras personas.
Como la RAM obedece a cambios en los microorganismos continuamente expuestos a antimicrobianos como antibióticos, antifúngicos o antivíricos, el mal uso o el uso excesivo de estos medicamentos está acelerando la aparición de la resistencia antimicrobiana que, como tal, es un fenómeno que ocurre naturalmente con el tiempo, generalmente a través de cambios genéticos.
“Y cuando hablamos de RAM no hablamos de infecciones solamente sino también de la terapia antibiótica sin la cual sería imposible realizar cirugías o muchos tratamientos de cáncer”, aseguró Van Weezenbeek.
La médica holandesa explicó que “a nivel mundial, la RAM va en aumento, especialmente en países de bajos a medianos ingresos” cuyos centros asistenciales “no cuentan con servicios de laboratorio de calidad” que permitan llegar con prontitud a un diagnóstico adecuado.
“La gente piensa que si se le da antibióticos de amplio espectro, le están recetando los mejores antibióticos. Y los médicos por su parte, como muchas veces faltan los servicios de laboratorios, terminan recetando antibióticos de amplio espectro por querer ayudarlos”, dijo.
“Pero lo que la gente no entiende es que con estos antibióticos de amplio espectro, se generan más resistencia a los fármacos y, en sí, no son buenos para ellos como pacientes”, agregó.
La preocupación en torno a esta situación es aún mayor si se la pone en relación con otra: que “no hay suficientes antimicrobianos en desarrollo y de hecho, la mayoría de las industrias farmacéuticas que se han dedicado al desarrollo de antibióticos quebraron”.
“El problema es que la industria farmacéutica se concentra en tener ganancias a través de tratamientos a largo plazo”, agregó.
“El problema es que la industria farmacéutica se concentra en tener ganancias a través de tratamientos a largo plazo”Kitty van Weezenbeek
"En el tratamiento de infección de la sangre con escherichia coli a partir de antibióticos de primera línea vemos que la resistencia en muchos países es superior a 10 o 20%, lo que significa que el riesgo de fracaso es muy alto”Carmem Luccia Pessoa-Silva
Por su parte, la jefa de la Unidad de Resistencia Antimicrobiana de la OMS, Silvia Bertagnolio, explicó que durante la pandemia se registró un sobreuso de antibióticos en pacientes internados por Covid-19 que podría impactar en la RAM.
“En marzo de 2020, la OMS empezó a recolectar datos de pacientes internados por Covid-19 para ver la proporción que a su vez tenían alguna infección bacteriana o patología vinculado con bacterias”, dijo.
Y del análisis de ese registro que incluye más de 1.500.000 casos, surge que “el 85% de los pacientes internados por Covid-19 recibieron a su vez terapia antibiótica” a pesar de que “solo 5% de ellos tenían una infección bacteriana concomitante” que ameritara esa medicación.
Por su parte la líder del Programa Especial de RAM de la OPS Pilar Ramón-Pardo explicó que “un problema tremendo que tenemos en toda la región es que las coberturas de vacunación no han conseguido alcanzar otra vez los niveles de la prepandemia”, a pesar de que son claves para combatir la resistencia antimicrobiana en la medida en que un menor número de infecciones redundará en un menor uso de antibióticos -ya sea bien o mal administrados-.
“Hasta hace muy pocos años, la mayor proporción de antimicrobianos se utilizaban en veterinaria y en producción pecuaria, pero eso ha ido mejorando con algunas regulaciones como parte de un movimiento para preservar su eficacia, dado que son críticos para la salud humana”, dijo Ramón-Pardo.
En 2018, por ejemplo, el Senasa prohibió el uso veterinario en Argentina de la colistina “debido a su importancia en la salud humana como herramienta terapéutica en el tratamiento de infecciones causadas por bacterias multirresistentes en humanos”.
La líder del Programa Especial de Resistencia Antimicrobiana de la Organización Panamericana de Salud (OPS), Pilar Ramón-Pardo, aseguró que “Argentina tiene uno de los mejores sistemas de vigilancia de la resistencia antimicrobiana (RAM)” de la región de las Américas.
“No estamos aquí de casualidad, estamos aquí porque en la región de las Américas, la MOS y OPS estamos en deuda y agradecidos con la Argentina por todo el apoyo y aporte a la vigilancia, prevención y control de la resistencia antimicrobiana (RAM)”, dijo la funcionaria al referirse a la selección del país como sede de la 4ta Reunión de la Red de Centros Colaboradores de Vigilancia y Evaluación de la RAM que se desarrolla en Buenos Aires.
En ese sentido, destacó el rol clave jugado hace 30 años por “el eminente infectólogo argentino, Gabriel Schmunis” en los inicios de la vigilancia de esta grave problemática de salud pública, así como del Instituto ANLIS-Malbrán.
“Todo lo que la región de las Américas, Latinoamérica y el Caribe dispone hoy en materia de herramientas, de estándares y metodología para la vigilancia es gracias al invaluable aporte argentino”, agregó.
“Y ahora estamos empezando a monitorear el consumo de antimicrobianos, también nos basamos en el modelo que tiene el país y las lecciones aprendidas que tiene el país para conocer cuál es el impacto, magnitud y las tendencias”, concluyó.
Argentina cuenta desde 2015 con la Comisión Nacional de Control de la Resistencia Antimicrobiana (CoNaCRA) que tiene la responsabilidad de verificar el cumplimiento de la estrategia nacional para el control de la RAM, y el año pasado el país se convirtió en el primero de la región en aprobar una ley como la 27.680, de Prevención y Control de la Resistencia a los Antimicrobianos.