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NACIONALES
16 de diciembre de 2019
Así lo indicó el jefe de la CTA Autónoma en un reportahe con Télam. "El hambre es un crimen. Nada puede construirse con hambre. Es positiva y valorable esa señal del gobierno y la central tiene propuestas", destacó.
El jefe de la Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA), Ricardo Peidro, se pronunció por "la prioritaria lucha contra el hambre y la miseria", dijo descreer de "la unidad sindical con la CGT que proponen algunos dirigentes" y resaltó "la euforia y trascendencia" del reciente Congreso Extraordinario del espacio ante "la superación definitiva de los fallos judiciales y la resolución administrativa laboral" que otorgó la potestad de conducir a la central a su sector en desmedro de las pretensiones de Pablo Micheli.
En un reportaje con Télam, el dirigente de visitadores médicos explicó que "se consolidó una única CTA Autónoma", luego de las elecciones del 8 de agosto y "la entrega de las certificaciones", y sostuvo que el sector fue protagonista de "la derrota del macrismo, contra el que luchó de entrada".
Peidro indicó que "esa lucha comenzó al mes de asumir Mauricio Macri con todo tipo de protestas, luego de que anunciara las primeras medidas y de comprender que venía por todos nosotros, por lo que fue un aporte visible".
"Una de las líneas principales que aprobó el Congreso fue el respaldo a la lucha prioritaria contra el hambre y la pobreza. Es un tema histórico para la CTAA, porque el hambre es un crimen. Nada puede construirse con hambre. Es positiva y valorable esa señal del gobierno y la central tiene propuestas, que ya entregó al ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo", puntualizó.
Peidro aseveró que "la condición de trabajador no la otorga el patrón ni una personería gremial y esa es una diferencia sustancial estatutaria respecto de la CGT, ya que la CTA Autónoma organiza a la totalidad del espectro laboral".
Los congresales nacionales debatieron el tema del "futuro del trabajo", que procura ser vendido como en los '90 como "el fin del trabajo con derechos y la mera supervivencia de la meritocracia y de las plataformas digitales".
"No es algo divino o un cataclismo natural. Hay que discutir las nuevas tecnologías, quién las administra. Hay que organizar a esos trabajadores en toda la cadena de valor de las empresas para no perder derechos. Tener empleo hoy no significa no ser pobre. Hay que garantizar un piso universal y trabajo genuino. La CTAA rechaza el discurso de la salvación individual, de la meritocracia, el sectorial y por país. Ante la globalización del capital hay que crear una globalización para defender los derechos de la cadena de valor", dijo.
Peidro añadió que "la unidad sindical es candente y clave, pero hay anuncios de unidad que se deciden entre cuatro o cinco dirigentes y entre cuatro paredes, aunque al otro día estén todos desunidos de nuevo ante cualquier circunstancia coyuntural y político-gremial", lo que provoca "un gran desgaste al trabajador".
"Ya se había anunciado una unidad ficticia entre ambas CTA. Nosotros respetamos a la CGT, pero creemos en la libertad y democracia sindical. La unidad que sostenemos debe ser la propuesta, la lucha, la calle, el análisis del ajuste y cómo nos plantamos ante las nuevas realidades. No nos quita el sueño la diversidad de siglas. Cada uno se cobija según su identidad histórica", puntualizó.
El dirigente admitió que "tampoco es posible mentirse el uno al otro, porque existen concepciones distintas de los espacios gremiales sobre la organización", e indicó que "la CGT tuvo razón -y está convencida- cuando le señaló a la CTA de Hugo Yasky que si quiere volver a su seno se disuelva de forma previa".
"No se pueden fusionar dos Estatutos distintos. Ese modelo no contiene a todos los trabajadores. Muchos no están formalizados, no tienen cómo aportar, no tienen empleo estable, son cuentapropistas. ¿Qué se les dice?", se preguntó Peidro, para quien "la concepción entre la CGT y la CTAA es radicalmente diferente".
Para el sindicalista, su espacio valora "el modelo de sindicalización de una época de la CGT" pero explicó que "se remonta a los tiempos del surgimiento del peronismo, cuando en el país había pleno empleo y no había derechos", aunque sostuvo que "ese modelo no lo querían entonces las patronales, que ahora sí coinciden y defienden -como el abogado y presidente de la COPAL Daniel Funes de Rioja- esa estructura gremial".
"¿Por qué? Porque el actual modelo sindical le soluciona muchos problemas a las patronales. Respetamos a todos. Pero el Congreso de la CTAA expresó de forma clara este concepto que planteo y defendió su autonomía. Hay que construir poder para que no marquen la línea del gobierno los poderosos de siempre. Sin embargo, festejamos la nueva etapa que viene y el triunfo popular", concluyó.