A pesar de no haber cifras exactas, se sabe que miles de mexicanos que viven en las ciudades fronterizas con Estados Unidos cruzan al otro lado cada semana para vender su sangre a compañías farmaceuticas atraídos por anuncios en Facebook y volantes, reportó la organización sin fines de lucro ProPublica. Este negocio representa hasta USD 21,000 millones anuales.
Mexicanos provenientes desde Matamoros, en el noreste del país, hasta Tijuana, en el noroeste, cruzan la frontera con ese propósito. Los que donan dos veces por semana llegan a ganar hasta USD 400 mensuales (7,956 pesos al tipo de cambio del martes) y es el único ingreso de algunos de ellos, de acuerdo con la organización. Esto a pesar que en la frontera los trabajadores tienen un sueldo mínimo de 172.72 pesos diarios, el mayor del país. Las compañías ofrecen “bonos de amigos” a quienes lleven a conocidos o familiares.
En Estados Unidos existen más de 800 centros para vender la sangre, de los cuales varios se ubican en ciudades fronterizas, según la cadena de televisión Telemundo. En aquel país se permite donar u ofrecer su sangre a cambio de dinero hasta por 104 veces al año, es decir, una vez por cada 3.5 días.
Los requisitos que piden para poder hacerlo es tener tarjeta de identidad y de seguridad social de ese país. Los mexicanos que cuentan con visas temporales, también pueden ser donar plasma sanguíneo.
En México, sólo se permite hacer donaciones de plasma cada 2 meses, glóbulos rojos cada 6 meses y plaquetas cada 2 semanas. Para hacerlo es necesario gozar de un buen estado de salud, por lo que no pueden hacerlo quienes hayan tomado antibiótico en los últimos 7 días o se vacunaron ese mismo mes. Tampoco quienes se tatuaron o perforaron hace menos de un año.
Extraerse sangre con demasiada frecuencia puede causar daños en el sistema inmunitario del donante que puede presentar una deficiencia. El cuerpo tarda 24 horas en reemplazar los líquidos perdidos y varias semanas en reponer los glóbulos rojos perdidos, de acuerdo con la Clínica Mayo.
En algunos lugares son tan estrictos para la recepción de sangre que piden a los donantes dormir lo suficiente la noche anterior, evitar los alimentos grasos, tomar abundante agua horas antes de la donación. Para un vendedor de plasma con frecuencia estas recomendaciones se convertirían en una dieta estricta de mantener.
De acuerdo con la Organización Mundial de Salud (OMS), las donaciones más seguras provienen de voluntarios no remunerados. Con este perfil, las infecciones transmitidas mediante la sangre son menores que cuando la sangre es de personas que la vendieron o familiares y allegados. En México está prohibida la venta de sangre desde 1987.
La OMS también indica que en la mayoría de los países permiten donar sangre cada 4 meses, es decir, 3 veces por año. En Estados Unidos es 34 veces más permitida. La Administración de Drogas y Alimentos de ese país indica que los niveles de inmunoglobina G de los anticuerpos de un donante deben examinarse cada cuatros meses.
Las visas temporales con las que mexicanos cruzan la frontera para vender su sangre no están autorizadas para realizar empleos remunerados en ese país. Las compañías farmaceuticas sostienen que los pagos a los donantes no son salarios tal como lo define la ley, sino compensaciones por su tiempo porque el proceso implica esperar en largas filas hasta su turno y una hora más mientras están conectados al equipo de extracción.
Las famaceuticas también sostienen que monitorean cuidadosamente a sus donantes y se apegan a los procedimientos de seguridad. Las personas que utilizan la visa temporal para vender su sangre ponen en riesgo su documento, dijo Roger Maier, portavoz de la agencia CBP que examina visas en la frontera a ProPública.