Sábado 23 de Noviembre de 2024

POLITICA

17 de diciembre de 2018

180 días para enamorarse y el mito del electorado dividido en tercios

En seis meses, el 21 de junio del año que viene, es la fecha límite para saber quiénes van a ser los candidatos a Presidente en 2019. Los espacios tienen que intentar enamorar a una sociedad que los mira apáticos, que no les cree y que apenas está dispuesta a votar al menos malo.

En estos 180 días, Cristina tiene que definir si es candidata y si logra enamorar a los que la rechazan: son tantos que la harían perder cualquier elección. Macri tiene 180 días para revertir sus malos números.

Según tres encuestas difundidas esta semana, Macri es uno de los dirigentes con peor imagen del país por debajo de Cristina. Macri está convencido de que ese es su piso. Quizás tenga razón... si la economía crece.

En el medio están todos los otros, el peronismo no kirchnerista; los que dicen que representan a los que no quieren a Macri ni a Cristina, que hoy son un tercio del electorado. El problema es que ese tercio tampoco los quiere a ellos…

La última encuesta de Synopsis, una de las que le pegó al resultado de 2017, dice que un 33,1% va a votar a Cambiemos (primer tercio); un 52,9% quiere votar a “otra fuerza política” y que un 13,9% está indeciso.

Ahora, si se pone la lupa sobre el 52,9% que quiere votar a otros, 31,8% dice que va a votar al kirchnerismo (segundo tercio) y después se divide entre el peronismo no kirchnerista (11,2%), progresismo (4,9%), izquierda (3,9%) y otros (4,7%). 10,3% no sabe.

El peronismo no K dice que interpela al último tercio. Pero los números no dan. Nada indica que ese 10% de indecisos los vaya a votar a ellos.

Este espacio parece haber encontrado un discurso: crítica a la gestión económica, la falta de estrategia de crecimiento, la poca intervención de la economía y la mala praxis política del Gobierno.

Siempre aclarando que no quieren volver al pasado. “Pero el problema no es la letra, sino la música”, dice un dirigente del espacio especialista en comunicación y que todavía ve muy verde esa construcción. Para ganar, dice, la melodía es más importante que el contenido.

Música maestro

Massa parece haber entendido que la comunicación en esta era es digital. En la última presentación se lo dijo a sus militantes de canas peinar: “Antes pegábamos afiches, ahora nos toca mandar memes”, le pidió a su audiencia en la presentación de Movimiento21, un espacio que busca coordinar al peronismo en Capital.

El líder del Frente Renovador pareció entender que hoy una campaña política es más redes y menos actos. Esta semana decidió lanzar su equipo digital. Lo va a coordinar Valeria Arata, una diputada provincial, contadora y de 39 años.

De todos modos, el tigrense tiene un problema estructural. Suele contratar muchos especialistas en comunicación que se terminan peleando entre sí por cuestiones tácticas y neutralizando la estrategia.En general contrata asesores de primer nivel. Pero -como pensaba el “Loco” Bielsa- Crespo y Batistuta no pueden jugar juntos.

Massa no encontró de 2013 para acá (en 2013 fue aliado al PRO, recordemos), una persona que le defina una estrategia clara y unificada de campaña. La estrategia no es solamente de comunicación también tiene que ser política. Massa no necesita un Duran Barba, sino un Marcos Peña.

Este fenómeno de 3 o 4 consultores peleándose por cómo encarar la campaña, se replica en la cúpula del peronismo donde hay entre 3 y 6 dirigentes que se disputan el liderazgo de la estrategia de cara a 2019. Son los galanes peronistas y un par de gobernadores que también quieren decidir y se terminan neutralizando entre sí.

Todos peleados, ¿triunfaremos?


Pichetto iba a ir al acto de Movimiento21 en que estuvo Massa. Se retrasó en una reunión en el Senado y en la presentación del libro de Fontevecchia. Dato cierto, pero fue raro que no mandara ni un saludo.

Un día antes, el lunes, Massa había organizado un acto sin los otros “galanes” ni los gobernadores.Dejó así expuesta la fractura interna que existe en ese espacio.

 

Buenos Aires, 11 de diciembre de 2018: El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, junto al senador nacional Miguel Pichetto, encabezan la última actividad del año de Alternativa Federal, donde lanzarán a Marco Lavagna como “armador” de ese espacio peronista en el distrito.
Foto: Fernando Gens/Telam
Enojados por esta actitud, entre otras cuestiones de agenda, Alternativa Federal suspendió el gran evento que tenía previsto para el 19 de diciembre en Costa Salguero y que habían anunciado como muestra de fortaleza. Lo que no fortalece debilita.  

Mientras tanto, la estrategia de Urtubey es clara, como demostró este jueves: hacer homenajes a caudillos y fotografiarse con octogenarios que pasaron por casi todos los gobiernos del 83 a la fecha. No parece conmover a las multitudes un homenaje a Dorrego.

urtubey-pacho
Pichetto en este contexto es el que mejor está entendiendo el nuevo juego: tiene un manejo sobrio -aunque tardío- de las redes sociales y dice lo que realmente piensa, en lo que pareciera ser el nuevo clima de época: ser sincero, evitar los discursos políticamente correctos y no tratar de queda bien con todo el mundo. Así ganaron Trump y Bolsonaro.

En pocos meses, logró una relevancia inédita en las redes sociales. Este mes, quedó tercero entre los presidenciables en el índice de "popularidad digital" que elabora Scidata.com.ar, por debajo de  Tinelli y Macri. Aunque por su perfil de edad y su falta de carisma, seguramente hagan falta más que 180 días para enamorarse de Pichetto.

Al peronismo no kirchnerista le quedan caudillos provinciales: Schiaretti, Manzur, Uñac... todos más preocupados por retener sus provincias que por pelear una candidatura nacional. Aunque siempre miran de reojo qué es lo que pasa en Buenos Aires.

Jaime Durán Barba puede estar tranquilo. Los acuerdos superestructurales de grandes figuras dirigenciales -en este caso los gobernadores- no suelen servir para nada electoralmente. Nos guste o no nos guste.

De aciertos y errores

Del otro lado, el peronismo “oficial” (y filo K) maneja una estrategia similar al de los "alternativos". Siempre con un discurso de apunta hacia adentro y poco hacia fuera.

Hablando de los acuerdos superestructurales que le gustan a Durán Barba, esta semana se logró algo importante: los jefes de las dos CGT, Moyano y Daer, se sentaron al lado. En la última reunión, había quedado uno en cada punta. Igual, no queda claro a quién podría enamorar esa foto.


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Gabriela Pepe
@gabyspepe


Mirá quién vino.
🙄/ 🤗
8 de noviembre/ 13 de diciembre


7
12:30 PM - Dec 13, 2018

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“Ellos están convencidos de que no perdimos por nuestros errores sino por nuestros aciertos. El diagnóstico es equivocado: perdimos por nuestros errores”, dice el mismo dirigente que criticaba la “falta de música” sobre el kirchnerismo y sus aliados.

Cristina mira todo este armado desde lejos. Hace mucho que está desaparecida esperando a que el modelo termine de estallar. Se esperanza con algunos números de encuestas que le traen. Hoy la mayoría la da ganadora en primera vuelta y peleando la segunda; Macri ya tiene peor imagen negativa que ella.

Claro que los indecisos o apáticos siguen planteando en su mayoría que prefieren votar a cualquier cosa menos a ella: y hasta tienen la inconfesa esperanza de que el gobierno de Macri revierta la situación económica en la que estamos metidos.

Mientras tanto, el Presidente está empecinado en "hacer lo que hay que hacer": garantizar reglas de juego para las empresas, promover la libre competencia, secar dinero de circulación para controlar la inflación... Una fórmula que nunca funciona la Argentina y que Macri tiene el desafío de hacer que funcione por primera vez.

Y así poder volver a enamorar a ese mercado (y a esos mercados…) que tenía cautivo y que en este momento parece haber perdido.

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