Viernes 22 de Noviembre de 2024

6 de septiembre de 2018

"Entré al cuarto de Néstor y Cristina y estaba lleno de bolsos con dinero": la confesión de un arrepentido K

El ex funcionario Claudio Uberti contó aspectos hasta hoy desconocidos del esquema de recaudación de coimas. Aseguró que Cristina Kirchner estaba al tanto de todo.

El caso de los cuadernos de Oscar Centeno y la citación de la Justicia se transformó para Claudio Uberti en la oportunidad soñada para relatar el "suplicio" -según sus palabras- que vivió como funcionario del gobierno Néstor Kirchner. También para describir con puntillosos detalles uno de los esquemas de recaudación de dinero negro que estuvo vigente durante los años en los que estuvo a cargo del Órgano de Control de las Concesiones Viales (OCCOVI). Corrupción.

 

Tras la homologación por parte del juez federal Claudio Bonadio del acuerdo que había alcanzado con el fiscal Carlos Stornelli, Uberti se convirtió en el primer funcionario arrepentido de la era kirchnerista.

En su declaración, vinculó directamente a Néstor y Cristina Kirchner con el cobro de las coimas y habló de vuelos repletos de valijas entre Buenos Aires y Santa Cruz.

"Yo le llevaba a Néstor Kirchner bolsos con el dinero que recaudaba de las concesionarias viales que estaban bajo mi órbita. Las entregas se hacían en el despacho presidencial de la Casa Rosada o en la Quinta de Olivos. También hubo entregas en el domicilio de De Vido", introdujo el ex funcionario arrepentido, según la declaración completa a la que accedió este medio.

Y, sin dudarlo, ratificó una sospecha que tenían los investigadores pero que hasta ahora no habían podido escuchar de la boca de ningún otro arrepentido. "Cristina Kirchner estuvo presente varias veces en las que yo fui a dejar los bolsos, ella sabía todo lo que se hacía", dijo. La confesión rompió un pacto no escrito que hasta ahora nadie se había animado a quebrar.

 

Por otro lado contó que "El encargado de comunicarme mis tareas fue el ministro de Planificación, Julio De Vido. Me explicó qué había que hacer e incluso me fijó una meta que con el tiempo quedó desdibujada porque nada alcanzaba para satisfacer a "El Malo". Debía recaudar USD 150 mil por mes de cada una de las empresas concesionarias que estaban en mi área".

Tenían que ser dólares, sin excepción. La rigidez de ese principio lo entendió un día en el despacho presidencial cuando llegó con la recaudación del día a ver a NéstorKirchner. "Le entregué el bolso y le conté que una empresa había aportado solamente pesos; explotó, su ira fue tal que empezó a pegarle patadas al bolso y volaron los pesos por todo el despacho", recordó. "El Malo tenía esos modales", dijo.

Los destratos del ex Presidente -contó- eran una constante. No importaba si se había cumplido o no con la tarea encomendada. Había tardes en las que Kirchner explotaba y nadie sabía por qué. Esa furia contenida muchas veces se transformaba en violencia física.

Uberti lo vivió en carne propia: "Me maltrataban mucho. Un día, Néstor Kirchner repentinamente se dio vuelta en un avión en el que viajábamos los dos y me pegó sin ninguna razón aparente".

Una de las anécdotas más jugosas se dio en el departamento de Uruguay y Juncal. Eran tiempos donde el matrimonio vivía en la Quinta Presidencial de Olivos y pasaban poco por el domicilio de Recoleta, que se había transformado en una suerte de búnker. "Un día llegué con 10 millones de dólares. No estaban Néstor ni Cristina, entonces pedí conocer el dormitorio. Pero no se podía pasar. Estaba repleto de valijas, bolsos y mochilas con billetes", contó.

También mencionó a Techint, una firma que -según declaró- pagó coimas por 50 mil dólares. Ese dinero -dijo- no tuvo nada que ver con la "embajada paralela" en Venezuela, cuyos negocios al margen de la ley le adjudican a Uberti. Tampoco con una gestión que habrían prometido en su momento Kirchner y De Vido para interceder ante Chavez frente a la expropiación de Sidor.

 

(Infobae)

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