Sabado
23 de Noviembre de 2024
SEXO Y PAREJA
13 de abril de 2018
Los pies pueden resultar un área realmente sensible y con alto nivel erótico. Descubre cómo aprovechar esta bondad, escapar de la monotonía y seducir a tu pareja con un especial masaje.
Bien sea por falta de experiencia, confianza o curiosidad, a la hora de tener relaciones algunas parejas olvidan las caricias previas y también ciertas partes del cuerpo que alimentan el placer como, por ejemplo, los pies,más allá de la penetración. ¿Sabías que mediante esta parte puedes aumentar el goce del acto sexual? En este apartado te explicamos cómo.
Todos tenemos zonas erógenas y una de las más potentes son los pies debido a la gran cantidad de terminaciones nerviosas asociadas con distintas partes del cuerpo. De hecho, prácticamente cada órgano está relacionado con un punto determinado de la planta del pie, por lo que masajearlos puede resultar muy estimulante.
La persona que tiene fijación especial con los pies se excita sexualmente si ve, acaricia, lame o besa los pies de otra. A este comportamiento se le conoce como podofilia.
La concentración de terminaciones nerviosas en esta zona de nuestra anatomía la convierte en un punto altamente sensible al tacto y perfecto para, además de eliminar tensiones y cansancio, proporcionar estímulos que desaten la pasión en tu pareja mediante un juego sexual de cosquillas, masajes o besos para lograr momentos inolvidables.
Es tan perceptible esta zona que un simple roce, presión o caricia en cualquier parte específica, como el empeine, los dedos, talones, tobillos o la planta, puede provocar:
Cada punto favorece enormemente la intimidad si existen las ganas de explorar y complacer.
A la práctica de incitar ciertas zonas de nuestra figura se le denomina reflexología y este conocimiento tiene especial atención en las extremidades inferiores desde donde se pueden, incluso, combatir enfermedades y dolores del resto del cuerpo. Si se sabe hacer adecuadamente, también podrían estimularse los genitales.
La clave de todo momento íntimo es la comodidad. Si has decidido obsequiarle a tu pareja un comienzo del acto sexual diferente, lo ideal es que procures un ambiente tranquilo y con una temperatura a unos 25 grados, porque con ese clima los músculos se relajan con facilidad.
El segundo aspecto que debes considerar para dar masajes en los pies es la lubricación. Existen variadas, pero se recomienda evitar los aceites de parafina y preferir los biológicos, porque son fluidos y grasos lo que permite que los dedos se deslicen con facilidad. El olor de estos productos dependerá de ti o de la preferencia de tu pareja.
Este tipo de masajes no se recomienda en mujeres embarazadas, personas con herpes u hongos en los pies o aquellos que sufren enfermedades del corazón.
Dos de las zonas más excitantes de los pies son el talón y los tobillos, puntos que están relacionados directamente con los órganos sexuales.
No debes olvidar que, además de las caricias y masajes, hay otros ingredientes que puedes agregar a este encuentro especial: besar, lamer, chupar los dedos y morder añaden una sensación de placer y, por otro lado, recuerda procurar la comunicación verbal con tu pareja.
Este tipo de masaje es muy erótico por lo que tiene que hacerse con sensualidad. Procura hablar en voz baja o con susurros y mantén de vez en cuando contacto visual, es una recomendación para el resto de los rituales sexuales porque añade complicidad y excitación durante la intimidad.
Una vez que termines con un pie, pasa al otro y haz exactamente el mismo trabajo. No olvides añadir más aceite si es necesario. Actúa lentamente; ten presente que es un momento de los dos, para conocerse. Por ello, el masaje erótico de los pies merece especial atención para llenar de magia su encuentro.