Sabado
23 de Noviembre de 2024
VIOLENCIA ESCOLAR
24 de octubre de 2016
Un grupo de padres denunció que alumnos de los últimos grados del primario de una escuela de Garupá, en la provincia de Misiones, sometían a torturas a sus hijos con descargas de electricidad y otras vejaciones.
Las acusaciones se hicieron públicas cuando al menos dos niños debieron recibir asistencia médica por quemaduras y dolores en los brazos, tras haber sido obligados a tocar los cables de un enchufe en los sanitarios del establecimiento, consigna este domingo en su portal, Misiones On Line.
Según los denunciantes, los autores de los atropellos fueron alumnos de sexto y séptimo grados, mientras las víctimas eran niños de grados inferiores, a quienes también les bajaban los pantalones, les sometían a golpizas o les tiraban agua.
Una de las madres dijo que se enteró de los ataques porque recientemente los directivos sancionaron a uno de sus hijos, quien al ser recriminado admitió que había protagonizado una pelea con otro alumno por defender a su hermano menor.
Según la mujer, tres alumnos de sexto grado obligaron al más chico de sus hijos a tocar los cables de un enchufe, en uno de los baños, lo que generó la reacción de mayor de los hermanos, quien posteriormente recibió una sanción, pero los directivos restaron importancia al incidente.
En tanto la directora de la escuela 817, Claudia Contavalle, dijo que se había organizado una reunión con los padres de los alumnos acusados pero “solo uno se presentó y los otros no vinieron”.
Después de atribuir los casos de inconducta a “la falta de acompañamiento de algunas familias”, la docente admitió que el día de los ataques “los chicos salieron de la escuela bien, no habían manifestado ningún dolor ni nada raro”.
Sin embargo, dijo que “nos enteramos que los padres los llevaron al médico y quedaron internados porque aparentemente recibieron una descarga eléctrica”, tras lo cual aclaró que ante esa situación dispuso el corte de la energía en los sanitarios.
Además, añadió que se confeccionó un acta con las denuncias y las medidas adoptadas por la dirección de la escuela, a la que asisten unos 700 alumnos de la zona conocida como Nuevo Garupá, municipio vecino a Posadas.
La directora señaló que “los maestros cubrimos todo el edificio en los recreos para seguridad de los chicos pero fue cosa de un segundo cuando, según nos contaron los alumnos, tres chicos los alzaron y a la fuerza los llevaron hasta el baño y les obligaron a tocar los cables. Decidimos que los chicos (autores de los abusos) seguirán en la escuela pero no saldrán al recreo con sus compañeros, sino que tendrán actividades recreativas, entonces los que jugaron a este juego tan peligroso aprenderán que sus acciones tienen una consecuencia”, advirtió.
La docente dijo que no cuentan con gabinete de profesionales, como psicopedagogos o asistentes sociales, aunque detalló las gestiones realizadas para obtener asesoramiento, ya que “son chicos que vienen de contextos sociales con muchos problemas y expulsarlos no es una solución”.(InfoGEI)Jd