Sábado 23 de Noviembre de 2024

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25 de julio de 2016

A la Justicia no le cierran los números de Cristina

Son los de Los Sauces, la firma que tuvo como cliente a Báez y aún mantiene a Cristóbal. Nuevo peritaje contable

Los ingresos y egresos de Los Sauces S.A., propiedad de Cristina, Máximo y Florencia Kirchner, no cierran. Al menos ante los ojos de la Justicia. Las sospechas recaen sobre los movimientos contables de la firma dedicada al rubro inmobiliario que entre sus principales inquilinos tuvo a Lázaro Báez y aún mantiene vínculos comerciales con Cristóbal López. Tanto es así, que en el marco de la causa que lleva el juez Claudio Bonadio se decidió un nuevo peritaje contable.

Los libros contables que analiza la Justicia no coinciden con los movimientos bancarios de Los Sauces. Por la documentación encontrada en la oficina de Romina Mercado, sobrina de Cristina y, a su vez, presidenta de Hotesur, y ante la falta de coincidencia en los números, se ordenó la nueva pericia.

Los Sauces se dedica al rubro inmobiliario, con la mayoría de sus propiedades en Río Gallegos y Capital Federal. El principal inquilino hoy es Cristóbal López, que paga más de $ 120.000 por mes por la oficina y cinco cocheras en Madero Center. Los pagos se hacen por intermedio de Alcalis.

Es uno de los principales ingresos de la empresa que cuenta con un complejo de departamentos en la capital santacruceña construidos por Austral Construcciones, propiedad de Lázaro Báez.

Los números de esta firma “siempre fueron sospechosos”, sostuvo Silvina Martínez, abogada de Margarita Stolbizer, denunciante en esta causa. La empresa no tuvo movimientos oficiales de arranque: entre 2007 y 2008 no volcaron a sus libros ganancias, ya que no realizaron ninguna operación. En 2009 realizan una inversión de $ 9.625.758,51, “pese a no haber operador antes ni tener ganancias”, explicó Martínez.

Para el año siguiente, la inversión superó los $ 10 millones. La principal sospecha denunciada por la diputada del GEN es el retiro de más de $ 20 millones en concepto de “anticipo de dividendos”. Una similar a las deudas declaradas.

Tras los allanamientos realizados en Río Gallegos y con los libros contables en mano, a la Justicia los números le siguen resultando “incongruentes, egresa más de dinero que lo que entra pues no hay coincidencia entre libros comerciales y movimientos bancarios”.

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