Viernes 22 de Noviembre de 2024

ECONOMIA

27 de abril de 2016

La firma Viluco SA radicada en Frías denunciada por evasión

Dedicada a la producción de biodiésel y alimento balanceado en base a harinas proteicas-
Eludió el pago de retenciones a la exportación de soja con un resquicio legal, situación negada por la empresa.

El matutino Clarín publica, bajo el título: "Retenciones: la increíble maniobra que le costó al país U$S 200 millones", el diario porteño señala que un grupo de empresas agroexportadoras se benefició en los último años con un resquicio en la legislación que les permitía exportar harina de soja como si fuera alimento balanceado.

Agregó el artículo que "gracias a ese gris legal, y frente a la insólita pasividad de las autoridades, esas firmas no pagaban retenciones cuando lo que correspondía era que tributen un 27%". El matutino indicó que esa situación fue denunciada por importadores y productores de alimento balanceado de Chile, hacia donde se dirigía esa mercadería. En la maniobra, denunciada por el diario, se involucró a la firma Viluco SA radicada en Frías, a NewSan SA y Auqui SA, radicadas en otras provincias.

El artículo señaló que "exportaban una premezcla que contenía un porcentaje muy elevado (del 92% a 95%) de harina de soja y solo unos pocos granos de maíz partido. Esas cargas se hacían figurar con la posición arancelaria 2309.90.10 correspondiente a ‘alimentos balanceados completos’. Desde diciembre eso las exime de pagar retenciones.

Antes pagaban sólo 5%". Agregó que de acuerdo con la denuncia interpuesta ante la Aduana por firmas chilenas, "una premezcla con más de 90% de harina de soja implica que el alimento aporta 40% o más de proteína a los animales que la consumen, cuando lo ideal es que ese aporte nutricional ronde el 20%". El matutino destacó que "la maniobra era posible porque no existe una definición precisa de ese tipo de mercadería por parte del Senasa.

Aunque cualquier nutricionista sabe que es exorbitante semejante porcentaje de soja en un balanceado, la Aduana se excusaba de intervenir diciendo que el Senasa definíaa dichos productos como "aquel que cubre por sí solo los requerimientos diarios de los animales".

El informe de Clarín, apuntó que "la Argentina comenzó a venderles este tipo de ‘premezcla’ tramposa en 2006 bajo la posición arancelaria 2308. Contenía 95% de harina de soja y 5% de maíz, pero eso les permitía reducir las retenciones del 32% vigente entonces a solo 5%", señaló la nota.

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