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ECONOMIA
24 de julio de 2024
El sector automotriz está de acuerdo con las nuevas medidas del Banco Central. En menos de un mes, el Gobierno redujo al 50% el plazo de tiempo que transcurre entre la importación de autos, autopartes e insumos y la disponibilidad de dólares para pagarlos.
Este martes a última hora, el Banco Central anunció una nueva medida que beneficia al sector automotriz, al aplicar una nueva reducción en el tiempo que transcurre entre la llegada de los productos a la aduana y la disponibilidad de los dólares para pagar esas importaciones. La medida reduce de 120 a 90 días el plazo para acceder al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), es decir a las divisas de la cotización oficial que les permita cancelar las deudas.
En principio, el beneficio para los usuarios radicaría principalmente con una mayor oferta de autos importados y una más rápida disponibilidad de esas unidades que no se fabrican en el país, tanto sea de las que provienen desde mercados regionales como Brasil, Colombia y México, o de otros continentes. A mayor oferta siempre hay mejores posibilidades de precio, pero eso ya pasaría a ser parte de la estrategia de las marcas y el posicionamiento de sus productos.
“Las medidas anunciadas por el Banco Central son positivas para la industria y van en la dirección correcta, mucho más alineadas a las prácticas globales de comercio internacional”, dijo Martín Galdeano, presidente de Ford Argentina y Ford Sudamérica.
“Es una buena medida y fundamentalmente es un muy buen mensaje para la casas matrices, porque después de lo que pasó el último año, había una enorme desconfianza que se debe revertir. Hasta ahora todo lo que se fue prometiendo se fue cumpliendo y eso ayuda enormemente a las fábricas que operamos en Argentina. El diálogo con el gobierno es muy bueno y evidentemente los planteos que hizo el sector a través de Adefa, fueron bien recibidos y comprendidos”, dijo Ezequiel Vallejos Meana, director de Asuntos Corporativos de Toyota Argentina.
“Tal como mencioné en abril durante el evento que realizamos para el inicio de nuestro año fiscal, este es un año para analizar la coyuntura constantemente y revisar las medidas que implemente el nuevo gobierno con el fin de tomar decisiones que nos permitan crecer consistentemente”, dijo Ricardo Flammini, CEO de Nissan Argentina. “La nueva medida anunciada ayer por el gobierno es, sin lugar a dudas, una noticia muy bien recibida por la industria. Esta medida tiene un impacto positivo, principalmente en lo que respecta a las condiciones de pago de las piezas de producción, que pasan de un promedio de 75 días a 45. Esta mejora nos permite ser más competitivos como industria y nos brinda la oportunidad de aumentar nuestras exportaciones, que son muy importantes para la economía del país”, concluyó.
“Esta es una excelente noticia. Ayuda un montón porque se achican los plazos de pago que le tenés que pedir al proveedor y le podés dar más financiamiento a la red. Es una medida muy favorable para todo el sector”, dijo Hugo Belcastro, presidente de CIDOA, la cámara que agrupa a los importadores de autos en Argentina, e importador de la marca china BAIC.
Este método era efectivo cuando la brecha cambiaria era baja, cercana al 20%. Pero ahora, con una distancia entre una cotización y otra cercana al 50%, el dólar más caro genera que el precio de los autos que se importan de este modo, sea muy alto y pierda competitividad.
“En nuestro caso siempre fui al MULC porque tengo crédito de mi proveedor. Cuando fue 180 días les dije ‘te puedo pagar a seis meses del despacho’ y ellos aceptaron. El CCL actualmente te saca por completo de ser competitivo con los precios”, afirmó Belcastro al respecto.
Pero además de la reducción del tiempo para pagar los autos terminados, el Banco Central también acortó los plazos para el pago de insumos y autopartes. Desde que asumió el gobierno de Javier Milei hasta ahora, estas importaciones se pagaban en cuatro pagos iguales del 25% cada uno, a 30, 60, 90 y 120 días. A partir del 1 de agosto, se dispondrá de acceso a los dólares en la mitad del tiempo también y en lugar de cuatro cuotas serán sólo dos a 30 y 60 días para liquidar el 100% de la operación.
Para las fábricas nacionales de autos hay un doble beneficio con estas medidas, ya que al producir localmente con un porcentaje de partes importadas de entre un 50 y un 70%, reducir los plazos propios y de sus proveedores también mejora las condiciones generales y brinda mayor competitividad para los modelos que se exportan desde las plantas argentinas.
“En cuanto a las importaciones de partes, baja el costo de financiación y eso ayuda a mejorar la competitividad de nuestra producción local, algo fundamental para las exportaciones”, dijo Galdeano.Los autopartistas, que todavía siguen esperando una baja de impuestos nominal, al menos tienen un costo financiero menor para asumir como era el de tener que esperar seis meses para pagar a sus proveedores. De hecho, tanto fábricas de autos como de autopartes tuvieron el año pasado paradas de producción exclusivamente a causa de lo “largos” que eran los plazos de pago, que muchos proveedores no aceptaban.
“Pagar en cuatro cuotas no es algo único. No se hace en ningún lado. Pero fue la forma que permitió reiniciar la cadena de pagos y generar que la industria vuelva a producir sin sobresaltos. Lo ideal sería que todos los pagos, los de autopartes e insumos y los de autos, vayan a los mismos plazos de otros rubros, es decir a 30 días como máximo, pero entendemos que ese es el rumbo y hacia donde el gobierno se dirige”, dijeron otras fuentes de la industria.