Este establecimiento tiene capacidad para dar refugio a más de 30 personas y contendrá psicológicamente a las víctimas en este tipo de situaciones. De acuerdo con la normativa vigente, se requiere que la Justicia intervenga en cada caso y ofrezca el aval para que se pueda alojar a las mujeres.

Con esta obra se fortalece sustancialmente la política oficial en materia de protección integral y asistencia de los sectores más vulnerables de la sociedad, en este caso a partir de la creación de un sector específico y especializado que permite brindar contención a personas víctimas de violencia.

El hogar, ubicado en las inmediaciones de la Maternidad Provincial(Pasaje Roberto Gray 425 del barrio Jorge Bermúdez), cuenta con espacio físico para albergar a 32 residentes que contarán con la atención de un equipo interdisciplinario de 15 profesionales.

"Warmi”, que en lengua quechua significa simplemente "mujer”, es un hogar único en su tipo en la provincia, y abrió sus puertas en consonancia con la atención que desde diversas áreas se dedica a la problemática de la violencia de género.

Durante el acto inaugural, acompañaron a la jefa de Estado el ministro de Desarrollo Social, Daniel Barros; el ministro de Obras Públicas, Rubén Dusso; el ministro de Educación; Daniel Gutiérrez; el administrador del IPV, Dante López Rodríguez; la magistrada del Juzgado de Familia N º 3, Irma Graciela Filippín; funcionarios de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial; y quien será la coordinadora del Hogar, Emperatriz Márquez.

Palabras de Lucía

"La verdad que cuando uno inaugura una obra… yo siempre digo que inaugurar obras de viviendas son obras muy gratas para uno. Que no debe haber obra más impactante que decirle a alguien que hoy va a tener su vivienda. Esta en definitiva es una vivienda, y es una vivienda muy especial, es una vivienda de aquellas que uno no quisiera tener que hacer, que no quisiéramos que nunca nadie tenga que venir y utilizar… pero lo peor que podemos hacer desde un Gobierno es negar la realidad.

La violencia de género es una realidad, el femicidio es algo que no se puede ocultar. Nosotros no queremos que más mujeres mueran víctimas de violencia de género, no queremos que más niños sean abusados, maltratados por la imposibilidad de esas mamás de trasladar esos niños a un lugar seguro.

Ahora tenemos que trabajar todos juntos para reparar esta cuestión tan vieja, porque hoy la hacemos visible pero si uno mira hacia atrás en la historia, cuando se mira la historia y la vemos en película, a veces vemos cosas terribles. Cuando uno ve la historia, ve que la violencia y el sometimiento hacia la mujer es de siempre, nada más que la estamos haciendo visibles.

Nada más que ahora en algunos países -ya que hay otros en que aun no-, se están reconociendo los derechos que tiene la mujer, que durante años han sido negados. Y esta realidad de la violencia de género afecta a todos los estratos sociales, algunos los ocultan, otros los hacen visible, algunas mujeres tienen la posibilidad porque tienen independencia económica de retirarse de su hogar, pero otras no lo tienen.

Hablábamos con el Ministro de Desarrollo Social, sobre cuáles son los casos más difíciles, porque en realidad lo que la Justicia debe hacer y lo que deseamos que haga es que excluya al violento y no que excluya a la mujer, y creo que en esa sintonía se está trabajando; pero a veces es difícil excluir al violento o a veces la mujer queda en esa situación de desventaja, por ejemplo cuando vive con la suegra.

En la casa de la suegra, en la casa del violento, ¿cómo la saco sin que siga sometida a violencia? Ahora la idea es que esto sea un hogar de tránsito, no un lugar permanente, no es una institución cerrada, no es un instituto, no es para castigar a la mujer: por el contrario, la idea es protegerla y que tenga acá un hogar donde se desenvuelva en las tareas cotidianas de su hogar, por eso acá no hay un servicio de alimentación, porque si es la mamá la que viene con sus niñitos, es la mamá la que tiene que preparar la comida para sus niñitos como lo haría en su casa; es la mamá la que tiene que lavar la ropa de sus hijos y su propia ropa; es la mamá la que tiene que acomodar su habitación igual que en su casa.. porque no es la idea de viene a un hotel a estar alojada: no, la idea es que pueda a su manera seguir sosteniendo la actividad familiar que no puede hacer en el espacio físico en que estaba viviendo.

Lo que estamos inaugurando hoy es grato, porque es sentir que uno a esas mamás les puede dar una posibilidad de refugio en el más amplio sentido de la palabra refugio, donde estén protegidas físicamente pero también psicológicamente.

Pero nada de esto lo hubiésemos podido hacer, porque lo quiero reconocer públicamente, esta obra se gestionó con el gobierno anterior, con nuestra Presidenta. Fue nuestra Presidenta quien dispuso los fondos para que esta obra sea posible, en una más de las obras de inclusión de ese Gobierno nacional y que hoy la estamos viendo acá.

También quiero decir que esta obra empezó por medio de cooperativas: estaban los fondos de Nación para hacer la obra, pero hubo complicaciones, no se avanzaba con la obra, entonces le pedí a Dante López Rodríguez a través del IPV, así que también hubo fondos del IPV que hicieron posible que esta obra se realice.

Y como nosotros somos, además de Gobierno, un equipo de trabajo muy solidario, acá no hay ministros que quieran logros personales, acá no hay secretarios que quieran logros personales, acá los logros son el beneficio de la gente… también nos faltaban fondos para el equipamiento y tuvimos que acudir a CAPRESCA, que tiene fondos para estas situaciones, para poder comprar el equipamiento y acá está todo el equipamiento para todas las mamás: camas, sillas, elementos de cocina, escritorios, todo lo que nos hacía falta y por supuesto lo más importante, que era armar un equipo con un recurso humano verdaderamente comprometido. Es por eso que en este caso particular cada persona que formaba parte del equipo fue entrevistada previamente, se conversó, se vieron cuáles eran sus aptitudes, sus respuestas ante determinadas situaciones y acá hay un equipo y un recurso humano preparado para las mamás que vienen estén de la mejor manera posible.

También es importante decir que este hogar no reemplazará de ninguna manera a la Casa de la Mujer. La Casa de la Mujer sigue funcionando, allí siguen las personas con problemas de violencia de género, planteando su situación y van a seguir siendo ayudadas. Esto es un hogar, que lo van a utilizar determinadas personas.

¿Quiénes son esas personas? Lo determina la Justicia, por eso nos parecía muy importante de crear los lazos necesarios, porque en verdad es una casa que tiene posibilidad de albergar a diez mamás si tenemos en cuenta que vienen con dos o tres niños, no puede albergar más gente y tampoco puede ser una casa permanente, tiene que ser un tránsito rápido: pero seguro, sin mandarlos a la calle sin tener respaldo de donde va a estar.

Por eso es muy importante que la Justicia actúe, tanto en la decisión de actuar de oficio para que podamos recibir a las mamás, como en la decisión de sacar al violento de su casa para que la mamá pueda volver a su casa en condiciones de seguridad.

En verdad creo que es una necesidad, en verdad quiero decirles que hubiera deseado que no tuviéramos que haber inaugurado una casa como esta, pero la realidad es la que tenemos y hay que afrontarla.

Mi deseo es que todos, como catamarqueños, trabajemos en la tarea preventiva, trabajemos en la educación, trabajemos en tratar de erradicar esa violencia tan marcada que hay hacia algunas mujeres… entonces que acá no sean diez, que sean menos, que sean mucho menos de diez y ojalá algún día podamos transformar esta casa en algo que sea mucho más grato y que las mujeres puedan tener otro destino y no venir a refugiarse porque las están apaleando en su casa”.