Como sucedió en el verano, el último campeón dejó una pobre imagen y apenas igualó sin goles ante Temperley en el Sur. Sin Osvaldo –lesionado- y con Tevez en un discretísimo nivel, el xeneize casi no generó peligro. El miércoles, define la Recopa Argentina con San Lorenzo.
"Tenemos que seguir mejorando. Estamos jugando mal y yo soy el principal, no me encuentro cómodo y soy el primer responsable, porque tengo grandes responsabilidades dentro de la cancha”. La dura autocrítica de Carlitos Tevez puede tomarse perfectamente para resumir el partido de Boca en el Sur. Sin poder escapar a la tendencia mediocre del verano, el último campeón del fútbol argentino apenas igualó sin goles ante Temperley en el Florencio Sola, en el arranque de la zona 2.
El equipo de Rodolfo Arruabarrena careció de una línea de juego, dependió de arrestos individuales, contó otra vez con un Tevez extrañamente apagado y en ningún momento logró imponer diferencias claras en el desarrollo del juego.
Temperley se apoyó en un mediocampo muy combativo, redobló esfuerzos a falta de mejores recursos, dejó en evidencia que la igualdad lo satisfacía y consiguió el objetivo.
Boca comenzó jugando con mucha agresividad en campo del adversario, utilizando generalmente la salida de Gino Peruzzi por la derecha, y al minuto tuvo una buena oportunidad, con un centro del lateral que cruzó toda el área y conectó desviado Daniel Díaz.
A los 7, después de una jugada de Pablo Pérez, Tevez quedó sólo frente a Federico Crivelli, pero no supo resolver y el arquero logró tapar. Fue la primera participación visible en un primer tiempo muy opaco de Carlitos, quien complicó cada pelota que pasó por sus pies y no consiguió darle a su equipo claridad en ataque.
Con el correr de los minutos, el xeneize perdió intensidad y el juego se hizo trabado y deslucido. A los 10 minutos, Agustín Orion se complicó ante un córner servido por Cristian Canhué desde la derecha y después de un rebote en Gastón Aguirre la pelota le quedó al arquero.
La mejor jugada de Temperley en ataque ocurrió a los 17, y la produjo Canhué con una llegada al área por izquierda y toque hacia atrás, pero Marcos Figueroa, quien llegaba de frente, remató muy arriba.
En los últimos 20 minutos, aunque Boca tuvo más la pelota, casi no hubo llegadas a las áreas, y sólo pueden mencionarse dos remates desde afuera. Uno de Marcelo Meli, a los 33 minutos ante el cual Crivelli dio rebote largo, pero igual llegó antes que Andrés Chávez, y a los 43, otro de Pérez, uno de los hombres más rescatables de Boca, pero el disparo salió sin la suficiente potencia.
En el segundo tiempo, con el transcurrir de los minutos, se acentuó el dominio territorial de Boca, pero el ataque fue por completo inoperante. Una de las mejores ocasiones tuvo lugar a los 2 minutos a través de un centro de Peruzzi, de lo mejor de su equipo, la bajó de cabeza Chávez y Nicolás Lodeiro, llegando por derecha, remató cruzado y desviado. Dos minutos más tarde, Meli, llegando de frente al borde del área, remató por arriba del travesaño.
La acción más peligrosa de todo el segundo tiempo por el lado de Temperley la produjo Figueroa a los 13 minutos, con una maniobra individual por izquierda y un remate que contuvo Orion.
Los ingresos de Fernando Gago y Cristian Pavón no le aportaron soluciones a Boca. En cambio, la entrada de Fernando Brandán le dio más vivacidad a las réplicas de Temperley, aunque careció de compañía.
De la última media hora de juego sólo pueden mencionarse como acciones de cierto riesgo para el arco de Crivelli un tiro libre de Tevez desde la izquierda que por muy poco no llego a conectar Fernando Tobio, a los 17, y finalmente, a los 44, al propio Tevez le quedó una pelota en el área en buena posición, pero su remate resultó completamente desviado para cerrar una noche que lo mostró desconocido.
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