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SALUD
6 de febrero de 2016
Indicaron que es importante “ponernos al día” con las horas de sueño que se pierden durante las jornadas laborales.Ya se sabía que dormir entre 7 y 8 horas diarias reducía el riesgo de sufrir diabetes tipo 2 y que dormir menos de estas horas estaba asociado a un aumento significativo del riesgo. Y ahora la ciencia vuelve a hacer de las suyas.
En este caso presentando una teoría que rompe la idea establecida hasta el momento, también surgida de investigaciones científicas. Sucede que un nuevo estudio, realizado por científicos de la Universidad de Chicago, en Estados Unidos, establece que el sueño prolongado durante el fin de semana puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir diabetes.
Hasta ahora se creía que las personas que tienen dificultades para levantarse de la cama los días que no trabajan son más propensas a sufrir problemas crónicos de salud, como la obesidad y la diabetes, en comparación con las personas que siguen su rutina, incluso cuando no tienen que ir a trabajar.
Así al menos lo estableció el año pasado el estudio Dunedin Longitudinal Study, de Nueva Zelanda, y publicado en International Journal of Obesity.
En el nuevo estudio, los científicos afirman que recuperar las horas de sueño los fines de semana que pudieron haber faltado durante la semana laboral no es un patrón de sueño inusual en la sociedad actual.
Sería algo así como “ponernos al día de las horas de sueño” aprovechando que el sábado y el domingo podemos dormir el tiempo que se nos plazca.
Pues bien, el estudio de la Universidad de Chicago ha reconocido que estas horas extras del fin de semana tienen importantes implicancias para cualquier persona que pudiera estar al borde de la diabetes.
La diabetes es una enfermedad compleja. Anteriores estudios, como el publicado en la revista Diabetes Care, ya pusieron de manifiesto que dormir entre 7 y 8 horas diarias reducía el riesgo de sufrir diabetes tipo 2 y que dormir menos de estas horas estaba asociado a un aumento significativo del riesgo.
¿Cómo se desarrolló el estudio?
En el presente estudio, los expertos alteraron los horarios de sueño de 19 voluntarios hombres sanos.
Primero, pudieron dormir durante 8,5 horas durante 4 noches. Luego, sólo pudieron dormir 4,5 horas durante las siguientes 4 noches.
A continuación, para las dos siguientes noches, los voluntarios pudieron dormir todo lo que desearan: la media fue de 9,7 horas por noche.
El control de la insulina fue el factor común de todas las sesiones del experimento.
Sin descansar, el riesgo creció un 16%
Los resultados —tras alterar las horas de sueño de los voluntarios— de este predictor del riesgo de diabetes (insulina) revelaron que tras las primeras cuatro noches de privación de sueño, la sensibilidad a la insulina se redujo un 23% y su riesgo de diabetes aumentó un 16%.
Sin embargo, tras las dos noches de sueño prolongado, ambos parámetros volvieron a la normalidad. Dormir bien, es sin dudas, una de las mejores herramientas para una vida sana.
“La respuesta metabólica a este sueño adicional fue muy interesante y alentadora. Esto demuestra que los jóvenes, personas sanas que esporádicamente no logran dormir lo suficiente durante la semana de trabajo, pueden reducir su riesgo de diabetes si se ponen al día con el sueño durante el fin de semana”, cerró Esdras Tasali, líder del estudio.