El presidente Mauricio Macri se enteró hoy de un escándalo grave que involucra a la ex Secretaría de Inteligencia, hoy AFI (Agencia Federal de Inteligencia). 

Hace 10 días, un servidor que funcionaba en el departamento de Análisis Interior, el cuál depende de la Dirección General de Análisis, fue robado, informó revista Noticias. Allí había guardados 30 años de información y archivos sobre cualquier persona que haya sido objetivo de la ex SIDE: políticos, empresarios, funcionarios, periodistas, narcotraficantes, delincuentes, estafadores, etc. Se trata de una base de datos con información incalculable popularizadas como “carpetas”, llamadas “fichas” dentro del organismo. Lo más resonante: el acceso a esos datos estaba a cargo de militantes de La Cámpora dentro de la Agencia.

Las investigaciones se están llevando a cabo. La pesquisa interna hasta el momento tenía como principal sospechoso a un militante de la agrupación La Cámpora que ingresó a principios de 2015, junto con la camada de 138 agentes, según informó la revista en base a fuentes de la Agencia. Su nombre es José María Ricchini y es el actual jefe del Departamento de Análisis Interior.

El escándalo, que podría tener repercusión internacional, le explotó en la cara a los nuevos jefes de la inteligencia nacional, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani.

El gran interrogante: qué se hará con esos datos.