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ACTUALIDAD
25 de marzo de 2015
Ian Coronel, el nene que aspiró purpurina, recibió hoy el alta médica en el Hospital de Niño, 10 días después del accidente. El pequeño de tres años estuvo internado en grave estado por insuficiencia respiratoria, por lo que contó con asistencia respiratoria mecánica.
Le hicieron un lavaje broncoalveolar para quitarle los restos de purpurina.
El sábado 14 por la tarde, Silvio Omar Coronel, estaba en su casa del barrio 76 Viviendas, al cuidado de los dos hijos más pequeños, Ian de tres años y Axel, de seis. Su mujer había salido, así como sus otros dos hijos, Víctor de 12 y Ángela de 10. En un descuido, Ian sacó el frasco de purpurina de un estante y se lo tiró encima. "Estaba bañado en purpurina: todo el rostro y la ropa dorados", relató el hombre.
Así empezó el calvario que concluye con el alta médico del pequeño. Estas historias se repiten con regularidad, por lo que los padres deben tener extrema precaución al tener este tipo de sustancia que en apariencias son inocuas.
Recordemos el caso de Mauro el niño santiagueño que el 8 de noviembre del año pasado perdió la vida, aspiró purpurina el sábado 18 de octubre, cuando jugaba con un silbato en su vivienda del barrio Las Flores, ubicado en la zona sur de la capital santiagueña, tras lo cual sufrió un paro cardíaco y desde entonces estuvo en estado en coma inducido, con asistencia respiratoria mecánica, hasta que entró en estado vegetativo.