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INTERNACIONALES
23 de septiembre de 2015
Fue el mensaje del Papa Francisco en la Casa Blanca, ante un multitud de fieles. "Debemos rechazar la injusticia y la discriminación", deslizó el Papa, acompañado por el presidente Barack Obama.
En su primer viaje a los Estados Unidos, el Papa Francisco dio un mensaje junto al presidente Barack Obama, ante un multitud en la Casa Blanca. Allí destacó su historia "como hijo de inmigrante" y exhortó a cambiar un "sistema" que excluye a millones de personas.
"Como hijo de una familia de inmigrantes, me alegra estar en este país, que ha sido construido en gran parte por tales familias", deslizó el Sumo Pontífice en inglés, al inicio de su discurso en la ceremonia de bienvenida oficial.
El Papa argentino se calificó a sí mismo de "hermano" de Estados Unidos y adelantó que en su intervención el jueves ante el Congreso alentará a sus gobernantes a guiar al país "con fidelidad a sus principios fundadores".
Además, aseguró que los católicos estadounidenses "están comprometidos en construir una sociedad verdaderamente tolerante e inclusiva, en la salvaguarda de los derechos de las personas y las comunidades y en el rechazo a cualquier forma de discriminación injusta".
En ese sentido, Francisco urgió a impulsar cambios para lograr un "desarrollo sostenido" que incluya a los millones de marginados en el mundo e instó a resolver el problema del cambio climático y no dejar su solución a las próximas generaciones.
"Todavía tenemos tiempo para hacer los cambios necesarios para lograr un desarrollo sostenible e integral. (…) Ese cambio requiere por nuestra parte un reconocimiento serio y responsable no solo de la clase de mundo que podemos estar dejando a nuestros hijos, sino de los millones de personas que viven bajo un sistema que les ha excluido", señaló.
El Papa eligió cerrar su discurso citando al histórico líder estadounidense Martin Luther King: "Podemos decir que dejamos adeudado un pagaré y ahora ha llegado el momento de saldarlo".
Francisco llegó el martes a Estados Unidos, donde estará hasta el domingo tras haber pasado cuatro días en Cuba.