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POLITICA
27 de agosto de 2015
El candidato a intendente de Morón por el Frente para la Victoria, Hernán Sabbatella, aseguró que los vecinos de ese distrito del oeste del conurbano bonaerense "aún recuerdan el negociado de las cloacas" que a fines de los '80 involucró al actual postulante presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, y el entonces jefe comunal del justicialismo Juan Carlos Rousselot.
"El recuerdo de ese negociado está aún presente en muchos vecinos de Morón, que se sintieron perjudicados por una gestión lamentable como fue la de Rousselot que se asoció con Macri para hacer una obra que no traía ningún beneficio para los habitantes del partido", señaló Hernán Sabbatella en diálogo con Télam.
El hermano del titular de la Afsca y ex intendente de Morón, Martín Sabbatella, consideró que muchos sectores políticos del partido "ocultan este hecho histórico" por que "se niegan a decir cuál es el modelo de municipio que pretenden implementar".
"Este tema de la historia de (Mauricio) Macri en nuestro partido es algo que desde la alianza Cambiemos se niegan a discutir.
Hablan de superar el pasado o de mirar para adelante. Creo que en el fondo lo hacen porque, como sucede en el orden nacional, no pueden dar a conocer cuáles son sus verdaderas intenciones", subrayó el candidato kirchnerista.
El 30 de diciembre de 1988, Rousselot firmó un convenio con la empresa SIDECO, perteneciente a la familia Macri, para tender la red cloacal en Morón.
El encargado de llevar la gestión de parte de esa firma que encabezaba Franco Macri fue su hijo Mauricio, entonces un ingeniero de 29 años que se perfilaba con un promisorio futuro en la compañía, que trabó numerosos contratos privados con el Estado para la realización de obras públicas.
"Por ese convenio, se estipulaba una inversión de parte del grupo de 20 millones de dólares y la obtención de un reembolso de U$S 140 millones. Los vecinos quedaban como garantes de las obras por 22 años. Es decir que podían ser ejecutados si entraban en mora", recordó Hernán Sabbatella.
El 30 de diciembre de 1988, en el Salón Mariano Moreno del primer piso de la Municipalidad de Morón, el entonces intendente Juan Carlos Rousselot firmó con Macri la puesta en marcha del Plan Cloacal. La megaobra, un gigantesco negocio que después derivó en estafa masiva, comprometía por 22 años el patrimonio de casi un millón de vecinos del distrito. Esa licitación le costó a Rousselot primero la suspensión provisoria en el cargo, y después su destitución definitiva, al probarse una serie de ilícitos como consecuencia del informe que una Comisión Investigadora presidida por el concejal Martín Sabbatella dio a conocer a fines de los '90.
Mauricio, que en aquella época trataba de despegarse de las empresas de papá Franco cada vez que saltaba algo sucio, visitó Morón en varias ocasiones para cerrar números, y envió a varios de sus colaboradores a afinar el contrato. Algunos encuentros tuvieron lugar en esa residencia rodeada de parque que después fue la Casa de la Memoria y la Vida. El joven ya prometía: controller de Sideco en Venezuela en 1983, al año siguiente ocupó un puesto destacado en el Departamento de Créditos del Citibank. En 1984 asomó en Socma -grupo de Sociedades Macri, pata empresaria de las cloacas-, y en 1985 ascendió a gerente general. Después estuvo en Sideco y en Sevel, y vivió del Estado y la obra pública hasta que se decidió a ser funcionario.
Desde donde, según él, cuida el dinero de los contribuyentes. La concejal denunciente fue Margarita Stolbizer.
A los 70 días, el convenio cayó, ya que el Concejo Deliberante lo rechazó debido a las excesivas tarifas, la celeridad en el proceso de contratación y la falta de un concurso de ofertas para cubrir la obra.
Rousselot fue destituido, pero en 1991 volvió a ganar en los comicios para intendente bajo la tutela del gobierno de Carlos Menem, y cuatro años después resultó electo para administrar un partido que quedó reducido tras la creación de los municipios de Hurlingham e Ituzaingó.
No obstante, los escándalos siguieron como una constante en la gestión de Rousselot, cuyo segundo mandato no pudo ser completado debido a una segunda destitución, en 1998, luego de que se comprobaran irregularidades en el traslado del hospital comunal a un predio de la Fuerza Aérea.
Un año después, Martín Sabbatella, que como concejal encabezó la comisión investigadora que impulsó la salida del dirigente menemista, se consagró como jefe comunal de Morón por el Frepaso, integrante de la Alianza.