Viernes
22 de Noviembre de 2024
INTERNACIONALES
25 de agosto de 2015
Los policías de más de 20 ciudades norteamericanas hacen pruebas con una de las últimas alternativas de armamento menos letal que las balas comunes. Se trata de los "proyectiles romos de impacto’’, que causan mucho dolor a los sospechosos pero no los matan. O, al menos, de eso se trata.
Las nuevas y dolorosas balas de la policía de Estados Unidos Las nuevas y dolorosas balas de la policía de Estados Unidos Las nuevas y dolorosas balas de la policía de Estados Unidos Las nuevas y dolorosas balas de la policía de Estados Unidos Las nuevas y dolorosas balas de la policía de Estados Unidos
Hace tiempo que la policía tiene a su disposición armas que se consideran "no letales’’, como gas pimienta, pistolas eléctricas y proyectiles de bolsas de legumbres. Pero incluso esas armas han causado muertes, lo que abrió la búsqueda de alternativas "menos letales’’. La campaña ha cobrado una nueva urgencia en el último año ante el escándalo causado por una serie de tiroteos policiales en los que murieron hombres negros.
Micron Products Inc, de Fitchburg, Massachusetts, fabrica esta nueva munición mucho más grande que las balas de goma. Los cartuchos tienen una parte superior de silicona que se expande y aplana con el impacto, lo que aumenta el dolor e incapacita al sospechoso.
Allen Ezer, vicepresidente ejecutivo de Security Devices International, la firma que patentó la tecnología, sirvió como sujeto de experimento, y describió la experiencia como "el equivalente a que te golpee un disco de hockey’’.
SDI contrató a Micron para fabricar los proyectiles, desarrollados por una firma de balística en Israel.
Dieciséis cuerpos de seguridad en Estados Unidos y seis de Canadá han comprado los proyectiles. Entre los clientes están las fuerzas especiales del condado de Los Ángeles y la policía del condado de Sacramento en California, así como las policías de East Hartford, Connecticut; Sioux Falls, Dakota del Sur, y Los Alamos, Nuevo México.
"Quieren una opción que cubra el espacio entre el bastón, el Taser y las armas reglamentarias’’, dijo Salvatore Emma, director ejecutivo de Micron, refiriéndose a una marca popular de pistolas eléctricas.
Los proyectiles no atraviesan la piel como hacen las balas convencionales, pero sí causan dolor e incomodidad. A los agentes se los entrena para que disparen a brazos y piernas. Una persona que recibió un disparo en el torso a corta distancia durante unos disturbios en Canadá sufrió un gran hematoma, pero ninguna lesión duradera, dijo el director ejecutivo de SDI.
Por ahora nadie ha recibido el impacto de uno de los proyectiles en la cabeza, y Sullivan admite la posibilidad de una lesión grave o mortal en caso de un disparo en la cabeza a corta distancia.
Pero "debido al nivel de supervisión que existe hoy en el campo de las fuerzas de seguridad... es sensato y buena gestión de riesgos utilizar algo más seguro y en lo que los agentes confían’’, dijo Sullivan, ex policía de Toronto.
El producto tiene sus límites. Aunque podría reducir a un sospechoso armado a distancia en una situación de rehenes o un estancamiento, probablemente no sería útil en confrontaciones repentinas, señaló Toby Wishard, jefe de policía del condado de Codington, en Dakota del Sur, cuyo departamento compró los proyectiles hace varios meses pero aún no los ha utilizado.
"Este producto no es práctico para llevarlo en el cinturón. Tendrías que tener tiempo de llevarlo al lugar, después tendría que presentarse la oportunidad de utilizarlo’’, comentó Wishard. "Véanlo como una herramienta más especializada’’.