Viernes 22 de Noviembre de 2024

NACIONALES

11 de agosto de 2015

Atropelló a un policía y lo llevó en el capó cuatro cuadras

Lo hizo para evitar un control. Al huir chocó a 10 autos. La víctima es un subcomisario, que quedó internado.

Un policía de Quilmes fue atropellado y arrastrado más de cuatro cuadras por el auto de un hombre que se resistió a un control de alcoholemia y chocó a diez vehículos en el centro de esa ciudad. La víctima es el subcomisario Carlos Bruzzo, de la Comisaría Primera de Quilmes, quien resultó con fractura expuesta de tibia en la pierna derecha y luxación de hombro derecho.    El hecho ocurrido el sábado a la noche en la esquina quilmeña de Brown y Garibaldi, frente al boliche Ink, se conoció ayer de fuentes policiales. Fue en un operativo de rutina, con medición de alcoholemia, realizado por funcionarios municipales y policiales. El conductor, un hombre joven de aproximadamente 25 años, frenó primero pero aceleró cuando los hombres del control se acercaron. En su escape, el fugitivo atropelló al subcomisario, a otros dos policías y a un empleado municipal de Tránsito. Según fuentes policiales los tres cayeron sobre la calle Brown. Al golpear sobre el pavimento sufrieron algunas escoriaciones. Pero la peor parte la llevó el oficial Bruzzo, porque además de quedar con una pierna fracturada, una de sus manos quedó atrapada por la ventanilla que el conductor cerró al darse a la fuga. "Sólo frenó porque embistió finalmente a una camioneta Eco Sport”, explicó Sergio Godoy, titular de la Comisaría Primera a una radio de Quilmes.   Golpeado en los sucesivos choques del auto del fugitivo, Bruzzo logró sujetarse con la pierna izquierda sobre el capó. Fueron instantes dramáticos, a lo largo de cuatro cuadras y media, en los que el subcomisario corrió serio riesgo de muerte, según fuentes policiales. Bruzzo se encuentra internado en un sanatorio porteño y será operado hoy.   El conductor del auto que chocó a los policías fue apresado y se encuentra detenido en la Comisaría Primera de Quilmes, acusado de "tentativa de homicidio”. Las mismas fuentes indicaron a Clarín que el hombre se encontraba alcoholizado y bajo los efectos de estupefacientes, según el análisis de sangre que se le realizó.   Un hecho parecido ocurrió el 21 de julio pasado en Mar del Plata. Fue durante un control de alcoholemia en la Avenida Colón. Un joven de 22 años en un Volkswagen Gol escapó, dobló en contramano y mató a un policía.    El 17 de febrero de 2013, el locutor Pablo García Aliverti, hijo del periodista Eduardo Aliverti, embistió con su Peugeot 504 al vigilador Reinaldo Rodas, quien circulaba en bicicleta por la Panamericana. El cuerpo de Rodas rompió el parabrisas y cayó en el habitáculo del auto. García Aliverti no frenó, circuyó con el cadáver unos 17 kilómetros y solo paró en el primer peaje. Tenía 1,45 gramos de alcohol en sangre, casi el triple del máximo permitido. 

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