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INTERNACIONALES
23 de julio de 2015
Tienen más de 1300 años, están escritos en piel de oveja y su autor pudo haber conocido a Mahoma
La Universidad inglesa de Birmingham halló unos fragmentos del Corán que podrían ser los más antiguos del mundo, de más de 1.300 años de antigüedad, por lo que su autor pudo incluso haber escuchado predicar al profeta Mahoma.
Las piezas llevaban al menos cien años archivadas en una colección de libros y documentos de Oriente Medio en la biblioteca de la universidad, sin que nadie advirtiese de su importancia.
Los fragmentos fueron descubiertos por un catedrático que hacía una investigación, por lo que solicitó estudios de radiocarbono, que confirmaron la antigüedad del material.
La directora de colecciones especiales de la universidad, Susan Worrall, dijo que los expertos que evaluaron el texto no imaginaron “ni en sus sueños” que fuese tan antiguo.
“Descubrir que teníamos los fragmentos más antiguos del Corán en todo el mundo ha sido emocionante”, afirmó Worrall.
Los análisis fueron realizados por la Unidad de Acelerador de Radicocarbono de la Universidad inglesa de Oxford, que establecieron que los fragmentos fueron escritos en piel de oveja o cabra y que podrían ser de los más antiguos del Corán aún existentes.
Las pruebas aportaron una variedad de datos, pero establecieron con una probabilidad del 95 por ciento que el material fue escrito entre los años 568 y 645, por lo que lo sitúa en el periodo en que se inició el islam con la predicación de Mahoma en La Meca.
“Las fechas nos llevan a los años de la fundación del islam. Según la tradición musulmana, el profeta Mahoma recibió las revelaciones que conforman el Corán, las escrituras del islam, entre los años 610 y 632, el año de su muerte”, dijo David Thomas, profesor de cristianismo e islam de la Universidad de Birmingham.
“La persona que los escribió bien pudo haber conocido al profeta Mahoma. Probablemente lo habría visto, lo habría escuchado predicar. Lo habría conocido personalmente”, según el catedrático.
Los fragmentos están escritos en hijazi, una forma antigua de árabe.
El experto en manuscritos de la Biblioteca Británica, en Londres, Muhammad Isa Waley, resaltó que se trata de un “descubrimiento emocionante que alegrará al mundo musulmán”, y explicó que los folios hallados son “preciosos y probablemente elaborados en las fechas de los primeros califatos”.