Viernes 18 de Octubre de 2024

GENTE

22 de julio de 2024

El día que Traverso ganó el Rally de Argentina con un Renault 18

El 6 de agosto de 1988, el ídolo venció en su tercera carrera en la especialidad, entre una ginebra oculta, la amenaza de un abrupto retiro y su reflexión sobre el peligro. Cómo se recuperó ese histórico auto

En la temporada de 1988, Aquel coche estuvo destinado en principio al entonces candidato presidencial Carlos Saúl Menem, quien en ese momento priorizó su campaña en la interna peronista que luego le ganó a Antonio Cafiero. El mismo riojano lo llamó a Traverso y le pidió si podía correr el auto. Recibió la propuesta 48 horas antes de la largada y aceptó el desafío. A sus 37 años se encontraba en la cumbre. Encaminada la temporada del TC 2000, al punto que a fin de año plasmó el segundo de sus siete títulos en la especialidad, el Flaco fue por la revancha en la fecha mundialista del rally en la que había abandonado en la edición de 1987.

En 1988 se volvió a animar sabiendo que no tenía nada que perder en un ambiente completamente diferente a lo que estaba acostumbrado, con caminos de ripio, piedras, montañas, en lugar de la pista y la velocidad plena. También tener que tratar con el navegante, que suelen ser lo ojos del piloto en el rally ya que van leyendo la hoja de ruta.

En el enlace hacia Córdoba, siempre recordó una particular anécdota para “combatir el frío”. Recordó que en el paso de los autos por su Ramallo natal se juntó con dos amigos que le “dieron un termo que supuestamente era café y resulta que estaba lleno de ginebra y un cachito de café. Llegué a Rosario y tenía un pedo…”

La competencia estuvo plagada de desafíos estratégicos y enfrentamientos temporales con otros pilotos destacados, como Ernesto Soto y Miguel “Pichirilo” Torrás. Al finalizar la segunda etapa, Traverso se ubicó en la segunda posición en la Clase 7, justo detrás de Soto. Sin embargo, Soto tuvo que abandonar al inicio de la tercera etapa debido a un problema en la caja de cambios, dejando a Traverso en una reñida competencia con Torrás, hasta que éste también se retiró. Esta sucesión de eventos catapultó a Traverso a la cúspide de la clasificación de su divisional, cuyo rival más fuerte en el tramo final fue Marcelo Raies.

Durante la crucial tercera etapa entre Ongamira y Charbonnier, Traverso ganó su primer tramo de velocidad, superando al propio Raies y Ricardo Albertengo. Desde este punto, consolidó su liderazgo en su clase y avanzó en la general, resistiendo los esfuerzos de Raies. En la última etapa, mantuvo una ventaja de 44 segundos y culminó la carrera con una ventaja final de 2 minutos y 37 segundos en la general, a pesar de haber recibido una penalización de dos minutos por entrar fuera de tiempo a un control.

El relato de esta gran actuación se completa con detalles sobre la falta de preparación de Traverso junto a Valentini. Sin entrenamientos y ni reconocimiento de rutas, Traverso enfrentó desafíos mecánicos y de navegación, demostrando su tenacidad al superar estos obstáculos.

“Haber ganado en una categoría en la que habitualmente no compito es muy importante para mí”, reconoció y también habló sobre las presiones que sentía en esa época y de sentirse “perseguido” por sus triunfos. Era el piloto a batir en el automovilismo nacional. “No sé qué es lo que sucede, pero va a tener que terminar porque si no voy a dejar de correr. A mí me encanta correr, es mi vida, pero en estas condiciones, en estas presiones, subirse al auto de esa forma, realmente no me gusta. Yo las cosas las hago para mí y por eso son reales. Corro lo más rápido que puedo y por eso hago las cosas lo mejor posible para mí, por eso es genuino y la gente valora esas cosas”.

“Es el tercer rally que corro, pero este tiene dimensiones mucho más importantes. En la última etapa me tuve que recuperar de una manera no normal porque en un prime de 11 kilómetros, hacer 50 segundos de diferencia porque uno va corriendo fuera del límite y eso está causado por una serie de cosas que no estoy tan de acuerdo que me ocurran y que algún día evidentemente me va a salir mal y ahí terminará todo”, fue la profunda reflexión que agregó en los micrófonos de Campeones.

La victoria de Traverso queda también en la memoria porque el cordobés El Rally de la República Argentina de 1988 demostró las habilidades extremas requeridas para competir al más alto nivel en circunstancias adversas. La actuación de Traverso, desde su posición de salida hasta su estrategia en los últimos tramos, fue un testimonio de su destreza al volante y su capacidad para enfrentar y superar adversidades. Con un enfoque táctico y una velocidad irrenunciable, Traverso no solo dejó su huella en la historia del rally, sino que también consolidó su reputación como un piloto versátil y tenaz.

 

Años más tarde, Juan María se reencontró con el Renault 18 con el que hizo historia y una vez que lo recuperó gracias al contacto de otro ex piloto, Sergio Solmi, oriundo de San Pedro. “Me dice Sergio, ‘acá hay un auto de rally que está a nombre de Menem’. Voy a verlo, estaba bastante entero y lo trajimos”, recordó en una entrevista en CORSA. El coche se sumó a la colección del Flaco que fue El Flaco Traverso, fallecido el pasado 11 de mayo, sigue siendo el piloto más laureados a nivel nacional con 16 títulos: 7 de TC 2000, 6 de TC y 3 de Top Race. Sus números irrefutables van de la mano con su manera agresiva de correr y de dar espectáculo ya sea peleando un triunfo o un decimoquinto puesto.

 

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