Viernes 22 de Noviembre de 2024

GENTE

3 de julio de 2015

34 años después, una mujer recuperó a su hijo robado al nacer

Marta Balbuena, a quien le fue apropiado su hijo recién nacido en una clínica de la localidad bonaerense de Olavarría y fue entregado a un matrimonio que se lo llevó a Santa Fe, pudo reencontrarse recientemente con su hijo Sebastián.

 En una entrevista exclusiva con el portal Infoeme, una mujer azuleña reveló un estremecedor caso de apropiación ilegal de bebes y presunta comercialización sucedido hace más de tres décadas.

Se trata de Marta Balbuena, la mujer a la que hace 34 años le quitaron a su hijo recién nacido y fue entregado a un matrimonio que se lo llevó a Santa Fe. Después de una gran tarea judicial y, en particular, del fiscal Martín Pizzolo la causa arribó a buen puerto y se produjo ese esperado reencuentro entre la mujer y su hijo Sebastián.

La historia es de una crueldad impensada. Todo inició cuando a los 14 años Marta quedó embarazada y al enterarse sus padres (Osvaldo Balbuena y María Haydee Mañandé) se mudaron a una nueva casa en Azul. “Yo estuve unos 6 o 7 meses secuestrada. Estuve encerrada en una habitación, sin ver la luz del sol. Ahí me tuvieron y siempre me llevaban a Olavarría tapada y escondida. Me llevarían a control, no sé bien. Ahora pensándolo, se me ocurre que estaría sedada o dopada”, contó la mujer inicialmente.

Los médicos Julio Sacher y Norberto Borzi la atendían en la Clínica María Auxiliadora de Olavarría en horas de la noche, haciéndola ingresar por una puerta lateral. El parto, que se realizó por cesárea, también fue en esa institución. Según recuerda, una auxiliar quiso llevarla hasta donde estaba su hijo, pero la jefa de enfermeras lo impidió. Luego, le dijeron que su hijo había fallecido.

Su regreso a Azul fue muy doloroso. Al maltrato de su mamá se sumó una fuerte imposición de no hablar más del tema. Fue su tía María Angélica, quien antes de fallecer le dijo, "si está muerto, que te digan dónde está el certificado de defunción y la sepultura", y terminó de darle fuerzas para iniciar su búsqueda. “Empecé a buscar a los 16 años. Le preguntaba a mi madre, siempre quedándome con eso”, señalo de aquellos años e incluso intentó pedir información en la clínica, sin éxito.

En el año 2006, se decidió a realizar la denuncia en la DDI de Azul. “Ya no encontraba nada. Yo buscaba a mi hijo. Buscaba que si detenían a mis padres ellos tenían que hablar, porque si ellos no hablaban, alguien los tenía que hacer hablar. Ellos a mí me decían que era una loca”, recordó de aquel momento. No obstante, la causa prontamente prescribió.

2015: la reapertura de la investigación

Todo lo que sabe Marta, se lo debe a un arrepentido, también oriundo de Azul, que reveló que a su hijo lo habían vendido a una familia que se lo había llevado a Santa Fe. Puntualmente, acusó a María Elena Acuña, madre adoptiva de su hijo, y le dijo "fuimos en un vehículo, ella se puso un almohadón y salió con tu hijo en los brazos”.

“El testigo aparece en este año 2015. Y declaró ante la justicia. Vivía al lado. Él tenía esa información guardada y le estaba haciendo ruido, estaba muy intranquilo. Dio los datos desde que salieron acá de Azul y cuando volvieron con el bebé. Y sabía de la comercialización”, indicó. Incluso, una enfermera convalidó esta declaración.

Según su testimonio, de la negociación se encargó Juan Carlos Chirino, quien figura junto a María Elena Acuña como los progenitores de Sebastián. No obstante, aún se desconoce qué vínculos tenían estas personas con los padres de la menor. “A la familia Chirino no le va a quedar otra que hablar. Ellos son los que están comprometidos. Al respecto del delito, hay un delito consumado que está totalmente claro. Porque en los papeles no existe la adopción. O al menos es ilegal”, dijo la mujer.

Además, cargó contra los médicos y los relacionó con la dictadura militar: “se ve que estas cosas serían moneda corriente en ese momento. Es bastante siniestra. Y por el lado de la clínica no sé cómo llamarlo”, dijo y añadió: “he escuchado de este médico (Sacher) asociado a la apropiación del nieto de Estela de Carlotto. Eran médicos de la policía. Se moverían bastante impunes en esos momentos. Tiene que haber un negociado muy grande”. Por tanto, la mujer supone que “van a seguir apareciendo casos”.

El reencuentro

El 11 de febrero, se volvió a hacer la apertura de la causa. “Un día me encuentro con que mi hijo me llama por teléfono, porque le había llegado la citación para el ADN y tenían que ver de qué manera se hacía. Dice que cuando recibió la citación dijo me está buscando mi mamá. Y a él le pasaban cosas parecidas a las mías. Él ya tenía la duda”, contó Marta.

“Lo bueno que nos pasó con el fiscal (Martín) Pizzolo es que actuó rapidísimo, se preocupó. Ahora pasa a ser Federal la causa”, agregó. Así, el 30 de marzo ella se hizo el ADN y 14 días después le tocó el turno a Sebastián. Fue ese el momento cuando se volvieron a ver.

“Llegó a la madrugada, en el colectivo que viene de Rosario. Lo fui a buscar a la Terminal. Nos juntamos a hablar. Primero él me dejó hablar a mí, quería escucharme. Y después dijo que era lo que le habían contado. Desde ahí no nos separamos”, dijo emocionada.

Pero la mujer no solo se reencontró con un hijo tras una espera de 34 años, también con sus nietos: Abril y Bastián. “Cuando vino mi hijo era como una relación de siempre, con mis nietos también. Sebastián dice que nunca le dijo mamá. Sin saber. Nunca le pudo decir mamá. Cuando ella lo tocaba él dice que sentía un rechazo. Encontrarme con Sebastián me cambió la vida, estoy mucho más tranquila. No se puede explicar, fue muy fuerte”, cerró Marta. (InfoGEI) Ga

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