Lunes 25 de Noviembre de 2024

FEMICIDIO

17 de junio de 2015

"La bestia del Siglo XXI" Detalles Escabrosos del Crimen que Conmocionó a Santiago del Estero

Esta tarde, la jueza María Lucrecia Martínez Llanos y la fiscal Aída Farrán Serle concurrieron al hospital Regional de Santiago del Estero, para constatar el estado de salud en el que se encuentra el femicida René Sequeira.

Según trascendió, las autoridades judiciales aseguraron que "la bestia del Siglo XXI", como fue apodado el sujeto, está en condiciones de ser indagado, medida que se concretará mañana en horas del mediodía.

En tanto, en diálogo con la prensa, confirmaron que Viviana, al momento de ser encontrada por la policía, llevaba ocho horas sin vida, lo que confirma que el homicida la mató en la madrugada, durmió con el cadáver debajo de la cama y tras levantarse, saludó con un "buenos días" a sus contactos de Facebook.

La “bestia” comenzó a tramar la masacre el jueves

René Sequeira (54 años) se presentó el jueves pasado a la noche en la casa paterna de su pareja, Viviana Himelfarb (45), donde se encontraba la mujer con sus dos hijos, un varón de 4 años y una mujer de 2. Quería llevar a los pequeños. La mujer se negó. La “bestia” la agredió verbalmente y Viviana le dijo que ya tenía firmada una orden de exclusión del hogar para el domingo próximo. El hombre se retiró y comenzó a tramar la masacre.
 
El viernes a la noche, la mujer se trasladó hasta la manzana 30, lote 3 del barrio 750 Viviendas. Quería limpiar la casa para cuando llegara la policía. En la propiedad también estaba Sequeira.
 
El sábado a la noche, la “bestia” compró cervezas. Entre las 3.30 y las 4 del domingo, los vecinos escucharon gritos y golpes. Después hubo silencio. A esa hora -de acuerdo con la rigidez cadavérica- mató a la mujer con golpes en la cabeza y el rostro con una “tumbera”, mientras la víctima se encontraba con las manos atadas hacia atrás. 

Luego trasladó el cuerpo hacia el dormitorio y lo colocó debajo de la cama. Alrededor de las 9.30, Sequeira salió al patio delantero, donde estaba estacionada su camioneta y abrió los dos tubos de GNC. Reingresó a la vivienda y soldó la puerta y hasta la cerradura con la llave adentro. Supuestamente, luego se dirigió a la habitación de sus hijos y les propinó golpes en la cabeza y el rostro con la misma “tumbera”. Hizo pequeños fuegos en las esquinas del comedor y abrió las cuatro hornallas de la cocina y hasta una garrafa de 10 kg que había llevado, ya que tienen gas natural. Luego se sentó junto a la cama de los chicos a esperar. La explosión provocó destrozos. El fuego sólo quemó a la “bestia” en una pierna.


 

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