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NACIONALES
27 de mayo de 2020
Una asociación de abogadas feministas le envió una carta a la vicepresidenta Cristina Kirchner. La denunciante es la sobrina del legislador tucumano, que trabajó con él en la campaña.
La asociación de abogadas feministas Abofem, pidió la remoción del cargo del senador nacional por Tucumán José Alperovich. La carta fue enviada a la vicepresidenta Cristina Kirchner a pocas horas del vencimiento de la licencia de la que goza el legislador, acusado de abuso sexual con acceso carnal por una sobrina.
"Siendo evidente e inmoral el accionar de Alperovich es que venimos como ciudadanes a requerir a las autoridades que se apliquen los mecanismos para su apartamiento preventivo seguido de su remoción al cargo como senador nacional", dice el documento.
Las causas
Las abogadas pidieron tener en cuenta que en esta acusación por abuso sexual es inseparable la persona del cargo: "Es imposible dejar pasar ese hecho porque si bien no se relaciona con su banca como legislador, sí se relaciona con sus convicciones, con su percepción de la realidad y su posición de poder frente a las mujeres".
"Hoy felizmente nos encontramos con una mayor difusión y cumplimiento de la Ley Micaela en todo el territorio argentino. En este sentido la aplicación de la perspectiva de género no se agota en la implementación teórica de la misma sino también en su aplicación práctica y cotidiana", agregan en el escrito.
Según argumentan, el Estado argentino incorporó al sistema jurídico la ley 26485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que se desarrollan.
La denuncia contra Alperovich se radicó en noviembre del 2019. El senador pidió licencia, que fue aprobada por unanimidad y sin goce de sueldo por la Cámara Alta. La víctima se desempeñaba en la campaña del legislador. En un comunicado aseveró: "Las víctimas de violencia sexual no somos culpables. No somos responsables. No somos el blanco”.
“El silencio pesa (?) La verdad es poderosa porque sana. La verdad aparece solo si nos atrevemos a decirla. Ya lo hice. Ya no me callo más”.
"Durante un año y medio sufrí violaciones a mi integridad física y sexual. El avasallamiento fue demoledor. Tanto que ni siquiera pude ponerlo en palabras. Él oscilaba libre y cómodamente en los tres escenarios ante los que me posicionaba: el familiar, el laboral y el del horror de la intimidad que me forzaba a vivir con él", sostiene en su carta la denunciante.
"No miento, no busco fama. Nadie quiere hacerse famosa por contar el horror que vivió. No quiero dinero ni hay un trasfondo político detrás de mi denuncia. Soy mucho más que todo eso que se pueda especular. Esto es por mí. El motivo más importante de mi vida es mi renacimiento, mi sanación y la búsqueda de justicia. ¿Qué motivo más importante que el valor de mi propia vida puedo tener ?", se preguntaba la joven.