Viernes 22 de Noviembre de 2024

ACTUALIDAD

14 de abril de 2020

La papa Catamarqueña negocio Tucumano

Aconquija fue centro de atención por el paso de camiones que sacaron la cosecha de papas y el temor por el coronavirus que ayudó a blanquear la situación irregular que desde tiempos inmemoriales tiene esta actividad. 90% de peones en Negro. Campos comuneros apropiados por poderosos productores.

De toda la vida en Catamarca escuchamos hablar de la papa semilla de Aconquija, el valor de un producto de importancia vital en la producción nacional, de este alimento que lleva entre nosotros más de 8.000 años, quizás la producción más antigua que se desarrolló en campos comuneros del altiplano americano.

Los Campos Comuneros una problemática del NOA. Estos campos, indivisos y con grandes extensiones, en muchos casos hasta la actualidad, no se encuentran regularizados por la ley.

Grandes productores, fundamentalmente del sur tucumano desplazaron a los productores lugareños, generalmente pertenecientes a lo que hoy se conoce como agricultura familiar, que prácticamente desapareció, con el perjuicio económico que ello representa para la región, que transformó un ingreso de dinero genuino en una actividad meramente extractiva.

Ésta es la realidad que sufren estos pueblos,  que en la presente cosecha,  los peones de campo o cosecheros que se utilizaron en el inicio de la actividad fueron  transportados en camiones desde la provincia de Tucumán.

Una oportuna inspección del RENATRE (Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores) seccional Catamarca, comprobó que más del 90% de estas personas no se encontraban registrados.

A esta situación se sumó la pandemia, las autoridades exigían que los transportistas no debían ingresar a territorio catamarqueño sin la cuarentena que corresponde, igual exigencia para los trabajadores rurales.

Ante este cuadro de situación y mediante la gestión municipal se otorgó la tarea de cosecha a 140 lugareños registrados debidamente, a quienes se les abono el pago que corresponde en acuerdo a lo que establece la ley.

Otro dato, la gestión y el dinero de los catamarqueños construyeron una cámara para la conservación de la papa, nunca se explicó como de pronto se privatizó, hoy es de usufructo de un productor.

Debiera ser preocupación de diversas áreas del gobierno provincial normalizar esta realidad que afecta a los pobladores de una región productiva, empobrecida por la desidia o la avaricia de quienes ocuparon cargos que debieron revertir este estado de cosas.

En el gobierno de Vicente Saadi se inició un estudio catastral que con el paso de los años quedó en la nada.

Es de esperar que en adelante se busque la regularización de estas cuestiones que construyeron  la pobreza de los habitantes, que tiene que buscar los planes para sobrevivir, mientras que productores en cada cosecha acrecientan su patrimonio sin aportar lo que corresponde a las rentas provinciales.

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