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CIENCIA
15 de julio de 2019
A través de un técnica pionera, 44 profesionales de la salud realizaron una exitosa intervención en la Fundación Hospitalaria. Gianluca y Santino ya están en su casa y en óptimo estado de salud.
Por primera vez en el país, 44 profesionales de la salud protagonizaron con éxito la primera operación de siameses isquiópagos, es decir unidos por periné, compartiendo genitales, sistema urinario y aparato digestivo. La intervención duró 9 horas y se realizó en la Fundación Hospitalaria, en Núñez.
El el 20 de septiembre de 2018 nacieron Gianluca y Santino con un peso de 1.800 kilogramos cada uno y con la madurez suficiente para respirar por sí solos.
Durante los meses siguientes, los bebés fueron seguidos semanalmente por múltiples especialistas enfocados en que pudieran crecer y madurar lo máximo posible. Además, fueron sometidos a un “ostoma” desde el primer día de vida para derivar su contenido intestinal y evitar futuras complicaciones.
“Nos encontramos con dos bebés unidos por el periné que debían ser divididos disminuyendo al mínimo las posibilidades de complicaciones, con una familia muy contenedora y positiva”, relató la doctora Carolina Millán, encargada de mediar la comunicación entre la institución y la familia y, coordinadora de cirugía pediátrica de Fundación Hospitalaria.
Más tarde, en mayo de este año, comenzaron los preparativos para las cirugías de separación y la Fundación participó de una jornada de simulación.
En el quirófano central, se usaron muñecos, y reprodujeron cada paso desde que los niños ingresan a la institución hasta que son trasladados a terapia pediátrica. En total, fueron dos horas de práctica.
“La simulación es una herramienta necesaria para asegurar la seguridad del paciente y también del equipo tratante. En la actualidad las instituciones de vanguardia ‘simulan’ o practican todos los procedimientos extraordinarios o nuevos. Esta forma de trabajo es poco frecuente en nuestro país“, explica Millán.
La separación se concretó el 22 de junio y duró 9 horas. En una intervención de alta complejidad, los especialistas debieron separar aparatos digestivos y urinarios, conservar los músculos, respetar la anatomía, y restituir plano por plano las zonas afectadas de ambos bebés.
Entre los 44 profesionales involucrados hubo directivos de la Fundación, jefes del servicio de cirugía, el jefe médico, cuatro cirujanos, dos cirujanos plásticos, cuatro urólogos, un cardiólogo, tres anestesiólogos, un técnico de anestesia, terapistas, instrumentadoras, la jefa de instrumentación en quirófano, el jefe de hemoterapia y laboratorio, enfermeros, médicos legistas, abogados, el gerente comercial y auditores médicos.
Tras la intervención, Gianluca y Santino estuvieron internados 10 días. Siempre pudieron respirar por sus propios medios y sus signos vitales fueron normales en todo momento.