Miercoles
30 de Octubre de 2024
CIENCIA
21 de abril de 2019
Un equipo internacional de investigadores ha descubierto el fragmento de un cometa, con materiales “extremadamente raros”.
Tras una investigación que se ha sucedido durante tres años, los científicos han comprobado que el meteorito, que pertenece al Space Center de la NASA, tiene un fragmento de cometa, de apenas cien micras pero que está compuesta por una mezcla “inusual” de materiales orgánicos.
Entre esos materiales se han encontrado silicatos amorfos y cristalinos, sulfatos de sodio, sulfuros y granos presolares, estos últimos sintetizados en estrellas que enriquecieron los materiales primigenios del Sistema Solar, según ha informado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
El trabajo, cuyas conclusiones publica la revista Nature Astronomy, ha sido liderado por investigadores del Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña. El hallazgo demuestra que las “condritas carbonáceas”, que son un tipo de meteoritos como el que se ha analizado, contienen claves sobre la composición de objetos más frágiles que se formaron en regiones distantes al Sol hace más de 4.560 millones de años.
El meteorito analizado es el conocido como “La Paz 02342”, y para su estudio se ha empleado, entre otros instrumentos, un espectrómetro de masas de iones secundarios del Carnegie Institution of Washington (Estados Unidos), que permite un sondeo electrónico a escala nanométrica de la muestra.
“Este fragmento posee unas características nada usuales que, según pensamos, se produjeron de la incorporación de materiales primigenios embebidos en hielos”, ha señalado el investigador del CSIC Josep Maria Trigo, del Instituto de Ciencias del Espacio y co-director del estudio.
Un legado fósil
Trigo ha precisado -informa una nota de prensa del CSIC- que muchos objetos del Sistema Solar poseen “una composición muy diferente a la de los meteoritos a los que estamos acostumbrados” y ha precisado que el caso de “La Paz 02342” constituye un “legado fósil” con información muy valiosa sobre los cometas.
Este tipo de meteoritos procede de cuerpos que están a caballo entre los asteroides y los cometas pero que dado su tamaño -menos de cien kilómetros- nunca se fundieron ni sufrieron internamente diferenciación química como los planetas.
Los materiales que forman estos objetos suelen ser frágiles y no suelen sobrevivir los tránsitos de decenas de millones de años que los transportan desde sus cuerpos progenitores hasta la órbita terrestre y, si lo hacen, se fragmentan y volatilizan en su entrada a la atmósfera. Por eso, los materiales como los que se han descubierto ahora son “extremadamente raros” y solo se han podido identificar en contadas ocasiones.