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ECONOMIA
1 de abril de 2019
Con la indumentaria y útiles escolares ya en los depósitos, los súper e hipermercados se apresuraron para poner en sus góndolas los productos de la próxima festividad que plantea el calendario: Semana Santa. Con esto esperan repuntar el alicaído consumo que no para de mostrar números rojos.
Sin embargo, la celebración católica (19 al 21 de abril) llegará con importantes incrementos. Quien desee obsequiar un huevo de chocolate deberá desembolsar por encima de los $100 por cada unidad. Aunque también pueden superar los $1.000, según el tamaño y su contenido.
Según un relevamiento realizad en diferentes supermercados, un huevo de pascua puede ir de los $100 a los $500.
Las chocolaterías mendocinas ofrecen huevos más económicos que los que se encuentran en los supermercados. Incluso los clientes pueden encontrarse con promociones para comprar en cantidad.
De esta forma se pueden encontrar huevos de 70 gramos a $160 pero si se compran dos su valor es de $300.
Los pequeños de 20 gramos cuestan $50 con la opción de obtener cinco por $200.
"En comparación con 2018 tuvimos que realizar aumentos del 30%", indicó Marcos Juárez, de Chocolezza señalando que la materia prima es comprada en Brasil por lo que su valor acompañó la suba del dólar.
También se debe tener en cuenta el caracter artesanal de la elaboración que las chocolaterías aún conservan.
Más precios
Ante estos precios, en algunos casos exorbitantes, muchos se lanzan a armar sus propios huevos de Pascua en la casa. Para ello se requiere de chocolate cobertura, glasé, confites y moldes.
Dependiendo de la marca y la calidad, distribuidores de insumos de pastelería y chocolatería tienen la oferta del kilo de chocolate entre los $180 y $200. Con esta cantidad se pueden elaborar más de 10 unidades con un peso superior a los 100 gramos.
En tanto, los 500 gramos de confites de chocolate de primera marca cuestan $150 y, de segunda marca, se consiguen a $85, mientras que el glasé se obtiene a $60 el kilo.
Teniendo en cuenta estas cifras, el costo de un huevo hecho en casa sería de $41.
Para quienes realicen este tipo de productos por primera vez deben tener en cuenta la compra de moldes. Sus precios son:
Aún incluyendo este costo, el valor es notoriamente inferior a los ofertados en el mercado.
A la hora de trabajar con chocolate lo primero ha tener en cuenta es no quemarlo. Las variedades de semi amargo, con leche y blanco se funden a diferentes temperaturas pero para asegurarnos de no cometer errores la fundición se debe realizar a Baño María.
Es importante que esta técnica se realice con el fuego al mínimo y sin que el agua hierva ya que el chocolate no debe tomar contacto con el agua ni el vapor. Si esto sucede es probable que, una vez solidificado, tenga manchas blancas.
Al chocolate se lo debe revolver durante la fundición para se derrita de forma pareja. Si uno cuenta con un termómetro gastronómico -nunca utilizar uno de mercurio- la temperatura ideal es de 31º.
Es importante que antes de usar los moldes de plástico que se les pase un algodón con alcohol y se los deje secar bien.
Con la ayuda de una cuchara se coloca el chocolate en el molde y se lo esparce por todos lados, asegurándose que llegue al borde y que no quede muy fino. Luego se realizan algunos golpes para sacar las burbujas de aire que pueden provocar orificios en el producto ya terminado.
Posteriormente se lo da vuelta sobre el recipiente en el que está el chocolate para sacar el excedente.
Finalmente, se lo deja reposar boca abajo sobre una rejilla o placa con un papel manteca hasta que solidifique. Esto llevará algunos minutos.
Si se quiere incrementar el grosor del huevo se debe repetir esta operación.
Una vez que se tienne las dos mitades se pueden unir calentando los bordes sobre una placa entibiada y pegar o se puede utilizar el glasé con el que posteriormente se decorará.
Si a uno le falta tiempo, ganas o experiencia puede optar por la mezcla de glasé que ya viene lista y sólo se requiere agregarle agua si no puede optar por realizarlo en casa.
Para el glasé es necesario una clara de huevo a la que se le va incorporando -sin batir- azúcar impalpable con un tamiz o colador en forma de lluvia para evitar grumos. Una vez que estemos cerca del punto se debe agregar unas gotas de limón.
Se puede identificar de forma simple el punto para decorar del glasé cuando al tocarlo no se pega. Se debe tener en cuenta que si se agrega colorante puede que la mezcla se ablande por lo que se necesitará un poco más de azúcar. El glasé debe ser tapado con un trapo húmedo para que no se endurezca y antes de rellenar la manga se debe mezclar la preparación.
Una vez pegados y decorados es preferible dejar airear el glasé durante toda la noche antes de envolver los huevos.