Sabado
23 de Noviembre de 2024
13 de diciembre de 2018
En la publicación, dijo que escuchar a una actriz llorar con tanta angustia por una violación es lo que la llevó a decidirse y contar que siendo niña el párroco Moisés Pachado había abusado de ella en la iglesia de Hualfin.
La denuncia por violación en contra del actor Juan Darthés, que en la tardenoche del martes realizó a nivel nacional la actriz Thelma Fardín, llevó a que una joven catamarqueña contara su calvario en la red social Facebook. Hasta el cierre de esta nota, la mujer no había denunciado el hecho ante la Justcia. Moisés Pachado es el tercer cura de la Iglesia Católica denunciado por delitos sexuales en Catamarca.
El posteo en el muro de Ingrid Figueroa Cruz, la denunciante, que contó con más de mil quinientas compartidas, inicia “Pensé mucho tiempo hacer esto público, desde aquella primera marcha al lado de mis hermanas feministas, ese día que recordé con lágrimas lo que me pasó en Hualfin -departamento Belén- siendo niña. Recién hoy -por ayer- cuando escucho a una actriz llorar con tanta angustia una violación es que termino de decidirme. No es fácil, para nada fácil de llevar una marca en el cuerpo para toda la vida, no sé si alguna vez dejaré de llorar al recordarlo. Tampoco entendí nada de lo que pasó en ese momento, solo supe que estaba mal porque debía guardar un secreto que me lastimaba por un pedido de un cura en el que no tan solo yo creía y confiaba sino toda mi familia. Este sujeto llegaba a mi casa con toda la confianza del mundo, siempre era muy bienvenido por todos, cocinaban para él, ponían el mejor mantel y lo más delicado para semejante bestia. Un día domingo, después de misa, él me pide que me quede a ayudarle a acomodar todo en la sacristía. Acepto y en eso viene por detrás y me besa. Después, me lleva a su dormitorio, me obliga a que le practique sexo oral, me baja el pantalón y toca mis partes íntimas, le pedía que no lo haga mientras lloraba. Me dice que era un secreto y no lo podía decir a nadie. Salí corriendo, me subí el pantalón como pude. Llegué muy consternada a casa. Ahí estaba mi mamá. Me pidió que me baje el pantalón. Ahora entiendo que no hubo penetración, por eso nunca encontró restos de semen y pensó que era una mentira. La situación empeoró porque lloraba todas las noches y empezó el insomnio, las pesadillas. Un par de años después, le confesé a otro sacerdote que llegó creyendo que haría algo. Y, en ese momento, lloró y me abrazó fuerte. Pero jamás denunció. Pensé que me ayudaría en algún momento. Pero no. Nada de eso pasó”.
En la parte final de su posteo, Ingrid Figueroa Cruz escribe “Decidí publicar todo esto porque tengo la certeza que hay muchas personas a las que les pasó. ¡Decirles que no tengan miedo, no están solos! Este sujeto se llama Moisés Pachado. En la foto, mi cara apagada, un tiempo después de lo que pasó y él cerca mío. En la otra foto, él ahora”. En estos momentos, se espera a que la mujer se anime y lleve el caso ante la Justicia para ser investigado.
El tercer cura
Si bien aun la denuncia no fue realizada ante la Justicia como se dijo, Pachado sería -en caso de que en las próximas horas el hecho se plasme en la Justicia- el tercer cura de la provincia acusado de abuso sexual en perjuicio de personas menores de edad.
El primer caso fue denunciado en el año 2014 por la madre de un niño, quien concurría a la iglesia del departamento de Andalgalá, donde Renato Rasgido era el cura. En los últimos días se conoció que la audiencia en la Cámara de Apelación para resolver si el cura era o no enviado a juicio, se suspendió hasta el año próximo.
El otro esclesiástico denunciado es Juan de Dios Gutiérrez. Cuando se desempeñaba como cura en Belén abusó sexualmente de una adolescente de 16 años en el año 2015. Hace poco más de un mes, los jueces de la Cámara de Apelación resolvió enviarlo a juicio, el que se debatirá el año próximo en una de las Cámaras Penales de la Capital.