Viernes
22 de Noviembre de 2024
SEXO Y PAREJA
24 de agosto de 2018
Decía Coco Chanel que “una mujer sin perfume es una mujer sin futuro”. Deberíamos, entonces, seguir el consejo de la genial diseñadora, creadora del perfume más vendido de la historia: Chanel N º 5.
Probablemente, la composición de nuestro propio perfume sea más una cuestión de experimentar los aromas que nos atraen, que nos dan placer, que de enfrascarnos en alquímicas fórmulas de perfumistas.
Quizás no sepamos las razones por las que un olor nos subyuga tanto, y quizás tampoco importe. Lo verdaderamente importante es detectar cuáles son los tonos olfativos que nos brindan bienestar y mejoran nuestro estado de ánimo, para llevarlos en un perfume muy nuestro.
También podemos hacer un perfume para usar de forma ocasional. Yo diría, casi por intuición, que no solemos usar el mismo perfume cuando vamos a trabajar que cuando salimos un fin de semana. ¿Y quién no tiene un perfume que sólo usa en noches especiales?
Todos guardamos con celo ese perfume que usamos en nuestra primera cita, y nos lo volvemos a poner en los aniversarios, como una remembranza de aquella primera ilusión. Quizás aquí también Coco haya acertado cuando decía: “El perfume es una dimensión interior de la feminidad que, sobre todo, expresa de una manera
particular aquello que no se podría decir de otro modo”.
Entonces ¿por qué no crear nuestro perfume ¿Por qué no experimentar, siguiendo unos sencillos pasos, un perfume que tenga un efecto aromático afrodisíaco para la ocasión?
Crear un perfume
INGREDIENTES:
– 25 gotas de aceites esenciales, los que poseen mayor poder afrodisíaco. La salvia, canela, clavo, nerolí, pachulí, ylang ylang, romero, cardamomo, jazmín, rosa, cilantro, jengibre, sándalo, clavel, madera de cedro, vetiver.
IMPORTANTE: hay que hacer una salvedad con los aceites de canela y clavo. Que por ser altamente tóxicos sólo son recomendables para su uso en ambientadores.
– 10 ml de aceite vegetal, los más recomendables para usar de base son: el de jojoba (llamado también el aceite del perfumista, ya que al ser neutro en olor no altera las notas de los aceites esenciales que se disuelvan en él). El de coco ligero -no el que se utiliza para los jabones. Que es el completo- y, como tercera opción, el de almendras dulces.
– 8 grs. de cera de abejas que le dará al perfume una fragancia a miel muy agradable.
PROCEDIMIENTO para elaborar un perfume sólido
Colocar en una botella de cristal oscuro 10 ml. de alguno de los aceites vegetales nombrados. Eche de a una hasta 25 gotas de la combinación de aceites esenciales elegida
(Por ejemplo: Ylang ylang/rosa o Pachulí/salvia/angélica ó clavel/sándalo/vetiver).
Es conveniente revolver bien con una varilla de cristal después de cada adición. Una vez terminada la mezcla, dejar madurar la base unos 15 días. También es preciso agitar la botella una vez al día.
Pasado ese periodo derretir 8 grs. cera de abejas en un recipiente de cristal resistente al calor en un baño maría. Una vez disuelta la cera de abeja, a temperatura de 35º, únela a la base oleosa antes creada, removiendo hasta mezclar.
Colocar en un bote de cristal esterilizado, una vez compacto estará listo para usar.
El perfume se aplica en los puntos donde late el pulso: en las muñecas, detrás de la orejas y a ambos lados del cuello. También en los pliegues del codo, detrás de las rodillas y en tobillos.