Jueves 18 de Abril de 2024

INTERES GRAL

5 de mayo de 2015

Las mentiras de los azúcares light

¿La denominación 'cero calorías' es tan buena como se cree? El especialista Rubén Mühlberger analiza las falsas promesas de los edulcorantes y explica por qué "engordan y enferman"

Los edulcorantes están instalados en las sociedades del mundo. Son garantía de 'cero calorías' y por ende, de tranquilidad a la hora de seguir un régimen. Pero, ¿pueden dañar la salud? El especialista en Anti Aging Rubén Mühlberger los analiza 

"Los azúcares light o dietéticos prometen ser bajos en calorías y ayudarte a bajar de peso. La realidad es que son todo lo contrario. ¿Por qué fueron inventadas las sacarinas? La mayoría de nosotros disfrutamos lo dulce, de hecho para muchos es casi una debilidad. Endulzan más que el azúcar pero son calorías muertas".

Según señala el especialista, el azúcar trabaja escondido en decenas de nombres y fórmulas, como miel, melaza, orgánico, fructuosa, jarabe de maíz, entre otros. El cebero pide muchas veces consumir dulces porque son fuente de energía. "El problema con el dulce no calórico que se come por mandato cerebral es que no tiene energía. El cerebro y el resto del cuerpo no saben de esto y demandan más calorías de verdad y más y más, y así, se llega a una compulsión alimentaria o a una adicción por lo light".


La teoría de la selectividad calórica

"Al ingerir aspartamo, por ejemplo, aumenta rápidamente la insulina en el cuerpo para llevarla al hígado y reservarla, lo mismo con la grasa. Este trabajo de la insulina genera más hambre de azúcar".

Estudios en ratas lo comprobaron. Según describe Mühlberger, se alimentó a estos roedores con yogures light a unos y con enteros a otros. ¿Quién engordó más? "Los que consumieron el producto light, engordaron el doble".

"Los ratones a los que se les dio sacarinas tuvieron curvas de glucosa elevadas. Alta glucemia, más probabilidades de diabetes y las bacterias intestinales fueron diferentes. Por este motivo, los que no consumieron sacarina o edulcorantes, no modificaron su flora intestinal y no elevaron la glucemia en sangre".

Otro ejemplo que brinda es el de la gaseosa cola. "Dos latas de esta bebida aumenta el riesgo de obesidad en niños de 7 años en un 33 por ciento mientras que las gaseosas bajas calorías aumentan el riesgo en un 67 por ciento. Por lo tanto se llega a la conclusión que estos edulcorantes light modifican los metabolismos y predisponen a la obesidad, resistencia insulínica y diabetes".

Claro que el secreto también está en las porciones. La Organización Mundial de la Salud aconseja consumir seis cucharadas de azúcar por día. "Conocer todo esto implica elegir un modo de vida más saludable".

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