Viernes 26 de Abril de 2024

MUNDO

2 de mayo de 2018

La tribu asiática que puede aguantar hasta 13 minutos bajo el agua

Se llaman Los bajau y son una de las últimas tribus nómadas marítimas del mundo. Ellos reafirman el principio de la evolución al haber desarrollado una gran capacidad para aguantar bajo el agua muchos minutos sin respirar.

La tribu es marítima desde hace mil años así que aprenden a nadar antes de caminar y que tienen los tímpanos rotos desde chiquitos para poder sumergirse en el mar más tiempo y más profundo. ¿Qué hacen abajo del agua? Buscan peces para comer pero también perlas, corales y, en barcos olvidados , sueñan con encontrar tesoros.

Su hábitat Rondan
 

 
El Triángulo de Coral, región del Sudeste asiático, entre Filipinas, Malasia e Indonesia y son nómadas que nadan por los mares del sur de Asia en lanchas fabricadas por ellos mismos. Además de ser conocidos por su extraño modo de vivir, son una tribu que pasa 13 minutos sin respirar bajo el agua y bucear hasta 70 metros con la ayuda de nada más que un conjunto de pesas para poder hundirse y un par de anteojos de madera.

Bendito sea el bazo
Los bajau tienen un gen llamado PDE10A con el que no contamos el resto de los humanos. Este altera el tamaño del órgano mediante la hormona tiroidea y a medida que la respuesta entra en acción, la frecuencia cardíaca disminuye, la sangre se dirige a los órganos vitales y el bazo se contrae para inyectar glóbulos rojos oxigenados en la circulación. Su contracción puede aumentar los niveles de oxígeno en el cuerpo hasta en un 9%.

Un estudio de la revista de ciencia Cell, cuenta cómo hicieron los científicos para entender el misterio de esta tribu. Ellos siguieron investigaciones previas y profundizaron los estudios de focas que pueden bucear por más tiempo ya que tienen bazos más grandes de lo esperado.

El equipo usó un dispositivo de ultrasonido para medir el bazo en 43 personas de Bajau y en 33 personas de un grupo vecino de agricultores, el Saluan. "El tamaño del bazo de un Bajau es aproximadamente un 50% más grande que el del resto. Es realmente una característica fisiológica extrema", sostuvo el profesor Eske Willerslev, coautor del estudio de la Universidad de Cambridge. Fuente: La Nación

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