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ACTUALIDAD
13 de julio de 2017
El ex mandatario brasileño, quien ayer fue condenado a nueve años y medio de prisión, ratificó su candidatura a presidente y advirtió una "cacería judicial".
Tras su reciente condena a nueve años y medio de cárcel, el ex presidente brasileño Luiz Inácio "Lula" da Silva aseguró hoy que el juez Sergio Moro, quien lo sentenció, tomó la determinación "sin pruebas", por lo que denunció una "cacería" judicial que está "destruyendo la democracia".
Previo a estas declaraciones, el ex mandatario expresó de manera irónica en Twitter: "Disculpen por no dar la conferencia de prensa ayer. Necesitaba ver al Corinthians derrotar al Palmeiras".
En un acto en la sede del Partido de los Trabajadores (PT) en Sao Paulo, rodeado de decenas de simpatizantes de izquierda, el ex presidente y representante del PT aseveró que las investigaciones de corrupción, que desde hace más de tres años sacuden a la élite política y empresarial de Brasil, han transformado al país en un "Estado casi de excepción, en el cual los derechos democráticos están siendo tirados la basura".
A pesar del mal trago judicial, Lula solicitó al PT su aprobación para ser su candidato presidencial en las elecciones de 2018. "Voy a reivindicar del PT el derecho a que me coloquen como candidato", declaró Lula.
Lula, de 71 años, fue condenado ayer a nueve años y medio de cárcel. Sin embargo, el ex líder sindical puede apelar la sentencia y esperar al fallo de segunda instancia en libertad. El proceso ante una corte de apelación puede durar meses, hasta un año. En este sentido, la sentencia definitiva podría darse a conocer en plena campaña electoral o incluso cuando Lula ya haya sido elegido para un tercer mandato presidencial.
"Van tener un precandidato con problemas jurídicos, pero voy a librar una buena pelea democrática en las calles", satirizó Lula durante su conferencia de hoy en Sao Paulo.
No obstante, el ex mandatario debe responder aún a cuatro juicios más vinculados con "Lava Jato". En el primero de cinco procesos, Lula fue declarado culpable de haber aceptado que la empresa OAS reformase un apartamento de lujo destinado a él en la costa de Sao Paulo, a cambio de dar a la firma un trato de favor en sus negocios con Petrobras. La petrolera estatal está en el centro de las investigaciones de "Lava Jato". Lula rechaza todas las acusaciones y denuncia a la Justicia de haberlo condenado por motivos políticos.