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ACTUALIDAD
4 de mayo de 2017
Los atacantes que golpearon y ataron al fiscal que investiga presunta corrupción policial, revolvieron su despacho y escribieron en el escritorio un mensaje con azúcar que dice "Nisman" en el Palacio de Tribunales. A pesar de su situación, logró realizar un llamado telefónico y la custodia del edificio fue a rescatarlo. Mirá las fotos.
La oficina del fiscal platense Fernando Cartasegna, quien tiene a su cargo una causa por presunta corrupción policial y varias por trata de personas, apareció revuelta y con un mensaje intimidatorio escrito con azúcar. Esta tarde fue golpeado, amordazado, con las manos y pies atados y con un cable al cuello.
El hecho ocurrió entre las 16.30 y las 17 en el Palacio de Tribunales, ubicado en calles 7 entre 56 y 57, y fue descubierto porque el fiscal, a pesar de encontrarse en esa situación, pudo realizar un llamado telefónico y la custodia del edificio lo fue a rescatar.
"Fue agredido dentro de su oficina, tomado por la espalda por una persona que no pudo identificar, aparentemente lo ataron boca abajo, por las piernas y por los brazos, lo amordazaron, le hicieron manifestaciones intimidatorias sobre su persona y su familia", relató esta tarde desde el lugar el procurador general ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Julio Conte Grand.
Según el jefe de los fiscales, "él quedo ahí, pudo hacer una comunicación telefónica aunque no podía hablar y por esa comunicación se acercaron y pudieron liberarlo", tras lo cual se advirtió que le habían dejado escrito con azúcar sobre el escritorio la palabra Nisman, en alusión al fallecido fiscal de la causa Amia.
Conte Grand explicó que Cartasegna, a cargo la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Delitos conexos con Trata de Personas y Pedofilia, "se encuentra en muy buen estado de salud" y fue trasladado al hospital Italiano para poder hacerle los estudios correspondientes.
Detalló que el funcionario judicial sufrió "alguna desestabilización emocional" y tiene "un cuadro hipertensivo controlado", pero ningún riesgo para su salud.
También relató el momento en que él se hizo presente en la Fiscalía: "Me miró acongojado y me dijo: ’procurador le pido disculpas por lo que estoy causando’. Le di un abrazo".
En tanto, una fuente de la investigación dijo que el fiscal tenía las manos atadas con cintas de embalar, los pies también amarrados con hilos de coser causas y el cuello atado con un cable de computadora.
Además, se encontró la puerta cerrada con llave, por lo que se investiga si quien lo atacó ingresó a la fiscalía sin que él lo advirtiera y se escondió en algún lugar hasta consumar la agresión.
"Existe un circuito periférico de cámaras de seguridad que ya hemos protegido", sostuvo Conte Grand, que señaló que la Policía Científica trabajó en el lugar y halló rastros y Cartasegna ya declaró ante su colega de la UFI 1, Ana Medina, que ya investigaba el ataque que sufrió el sábado.
Al momento del hecho, en los Tribunales casi no había personal y sólo se encontraba personal retirado del Servicio Penitenciario que es el que habitualmente realiza las tareas de seguridad en el edificio, mientras que la custodia que se le había asignado no estaba en ese momento en el lugar.
A partir de la agresión, a Cartasegna le concedieron licencia por tiempo indeterminado por razones personales y operativas y se le reforzó la custodia con efectivos de la Policía Federal por decisión de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
Marcelo Romero, también fiscal platense, sostuvo al canal TN que Cartasegna,"está en estado de shock" y que "alguien lo atacó por la espalda, no podía respirar y por eso no podía pedir auxilio".
"El no vio quien lo atacó, no se sabe por dónde entraron", explicó Romero, quien dijo que al Palacio de Tribunales de La Plata "entra cualquiera", pese a que hay custodia.
Romero dijo que lo que le ocurrió a su colega "es inédito en la Justicia argentina dada la gravedad institucional" y que "lo podrían haber matado tranquilamente”.
‘Esto no nos amedrenta, si esa es la intención no lo van a lograr", remarcó Romero, que dijo que varios fiscales se presentaron esta tarde en Tribunales para colaborar con la investigación o hacerse cargo de sus causas, entre ellos el fiscal general del departamento judicial La Plata, Héctor Vogliolo, quien podría liderar la investigación sobre corrupción policial.
Cartasegna investigaba desde ayer un posible vínculo entre policías y abogados "caranchos" que habría surgido de la causa que investigó el fiscal platense Marcelo Martini, tras el hallazgo de sobres con dinero proveniente del circuito ilegal en la jefatura de la Departamental de Seguridad de La Plata.
Un pesquisa precisó que en las escuchas telefónicas que surgieron en la causa a cargo de Martini, "varios de los policías imputados aparecían contactando a abogados conocidos por intervenir en accidentes de tránsito".
El fiscal ya había sido atacado el sábado pasado por dos hombres y una mujer vestidos con uniformes policiales antiguos que lo interceptaron en las calles 8 entre 57 y 58 de La Plata, a metros del edificio de los Tribunales y lo golpearon con un hierro.
"Te vamos a meter en un baño y te vas a suicidar o te suicidamos", le advirtió uno de los atacantes, mientras el otro sujeto continuaba con los golpes y la mujer actuaba de "campana".
Cartasegna contó que lo más duro fue oír que los agresores conocían detalles pormenorizados de los movimientos de sus hijos.
Cuando los agresores escaparon, el fiscal, aún conmocionado, se dirigió a su casa de la localidad platense de Gonnet, donde constató que desconocidos habían roto un alambrado, violentado la puerta del garaje y dejado panfletos intimidatorios donde asociaban su imagen al fiscal Alberto Nisman, muerto en enero de 2015.
"Aún no hice el identikit de los atacantes pero los tengo en mi cabeza, recuerdo sus caras con lujo de detalles", advirtió el fiscal.