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INTERNACIONALES
17 de abril de 2017
La nación asiática encendió las alarmas en plena escalada de tensión con los Estados Unidos por el peligro de un enfrentamiento nuclear. Si bien la bomba estalló antes del impacto, hay alerta mundial.
En medio de una creciente tensión por el peligro de un enfrentamiento nuclear, Corea del Norte cumplió este domingo con su amenaza al efectuar el lanzamiento de un misil como parte de su programa armamentístico, una prueba que, sin embargo, terminó en fracaso, según informaron Estados Unidos y Corea del Sur.
Ninguno de los dos socios pudieron identificar de qué tipo de misil se trató, pero el lanzamiento volvió a encender todo tipo de alertas ya que coincidió con la llegada del vicepresidente norteamericano, Mike Pence, a Seúl, según informó la agencia surcoreana de noticias Yonhap .
Seúl cree que podría tratarse de un misil de rango intermedio, tipo KN-15 o Scud, mientras que fuentes del gobierno estadounidense descartaron que se trate de un misil intercontinental.
El lanzamiento se llevó a cabo desde la ciudad portuaria de Sinpo, en la costa este del país.
Por su parte, el Comando del Pacífico de Estados Unidos confirmó también la detección del misil, que habría sido lanzado a las 06.21 horas (18.21 horas del sábado en Argentina) y que, según el portavoz del Mando, Dave Benham, “estalló de forma casi inmediata”, informó la agencia de noticias Europa Press.
A raíz de la prueba balística, el gobierno de Corea del Sur convocó una reunión del Consejo de Seguridad Nacional en la que se condenó con dureza la acción, según un comunicado emitido al término del encuentro y que difundió la agencia de noticias EFE.
El texto subraya que el lanzamiento “es una demostración de la amenaza que supone para el mundo entero” el programa armamentístico norcoreano y recuerda a Pyongyang que si sigue realizando pruebas habrá “nuevas y estrictas medidas sancionadoras” de la comunidad internacional.
"La provocación de esta mañana del Norte es simplemente el último recordatorio de los riesgos que encara cada uno de ustedes cada día", denunció Pence ante un grupo de militares estadounidenses durante una cena celebrada con motivo del domingo de Pascua en la céntrica base militar de Yongsan, en la capital surcoreana.
Pence aterrizó este domingo junto a su mujer y sus dos hijas en la base aérea de Osan, al sur de Seúl, poco después de que Corea del Norte tratara de lanzar sin éxito desde la localidad de Sinpo, en el este de ese país, un misil balístico que aparentemente estalló poco después de ser disparado.
El vicepresidente estadounidense comenzó en Seúl su primera gira por la región, que lo llevará también a Japón, Indonesia y Australia. Según fuentes de la Casa Blanca, los constantes desafios militares de Corea del Norte a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU serán uno de los temas centrales de estas visitas.
Desde Estados Unidos, el presidente Donald Trump no dejó de reiterar sus amenazas a Pyongyang.
"Nuestros militares están creciendo rápidamente más fuertes que nunca. Francamente, no tenemos elección”, advirtió a través de su cuenta de Twitter el presidente de Estados Unidos, quien también informó que China está “trabajando” con su gobierno para frenar el desarrollo nuclear norcoreano.
Mientras tanto, desde Europa, Francia y Alemania también condenaron la nueva prueba misilística de Pyongyang.
La Cancillería francesa rechazó la determinación del gobierno norcoreano de desarrollar “un arsenal balístico y nuclear ilícito y desestabilizador” y ratificó su solidaridad con sus socios en la región, principalmente Japón y Corea del Sur.
El gobierno alemán, en tanto, condenó el “rumbo hostil” que está tomando Pyongyang y le exigió a “regresar a las normas internacionales”, según un comunicado de su Cancillería.
"Independientemente de si un ensayo tiene éxito o no, es una clara violación del derecho internacional”, sentenció Berlín.
El Ejército norcoreano ya realizó el pasado 5 de abril otro lanzamiento -que se cree que también pudo ser fallido- de un misil balístico de alcance intermedio desde la misma localidad de Sinpo, situada en la provincia de Hamgyong del Sur.
Ese ensayo de misiles hizo que Washington -que insinuó en las últimas semanas haber estudiado un hipotético ataque preventivo contra Pyongyang- respondiera la semana pasada con el envío a la península coreana de un portaaviones nuclear, lo que incrementó enormemente la tensión en la zona.
A esto se unía la posibilidad de que el régimen de Kim Jong-un decidiera realizar una prueba de misiles o atómica, coincidiendo con las importantes efemérides que celebra en abril.
La primera de ellas tuvo lugar ayer, con un impresionante desfile militar en la capital Pyongyang con motivo del Día del Sol en el que se festeja el 105 aniversario del nacimiento de Kim Il-sung, fundador de la república y abuelo del actual lider, ocasión en la que el régimen mostró por primera vez un nuevo misil balístico intercontinental.
Uno de los momentos culminantes del desfile tuvo lugar cuando el vicepresidente del Partido de los Trabajadores de Corea, el partido político del Gobierno norcoreano, Choe Ryong Hae, tomó el micrófono y amenazó a EEUU con una “guerra total” ante la llegada del grupo de portaaviones encabezado por el USS Carl Vinson, desplegado en aguas de Corea del Sur, a corta distancia de Pyongyang.
‘Responderemos con la guerra total a cualquier intento de Estados Unidos de desencadenar una guerra a gran escala, y responderemos con armas nucleares a cualquier ataque nuclear”, declaró Choi ante la multitud concentrada ayer sábado en Pyongyang.
Corea del Norte justifica su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.
Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.