El presidente Mauricio Macri, su esposa, Juliana Awada, y la reina Máxima visitaron hoy el museo de la Casa de Ana Frank, que alberga el escondite donde la niña judía escribió su famoso diario durante los más de dos años que estuvo allí escondida de los nazis junto a su familia antes de ser deportada a un campo de concentración. 

"Gracias por trabajar por un mundo mejor”, fueron las palabras de agradecimiento que pronunció el mandatario argentino tras recibir un video de la ventana del ático de la casa de Ana como regalo de sus anfitriones, quienes, por su parte, elogiaron al presidente por ofrecer “una ventana de ilusión a mucha gente” en Argentina. 

La reina y la pareja presidencial fueron recibidos a su llegada por el director general de la Casa de Ana Frank R.K Leopold, y la teniente de alcalde de Ámsterdam, K.H Ollongren, antes de dar paso a la visita guiada. 

El museo, que es uno de los más visitados de Ámsterdam, reproduce la atmósfera de la época logrando que la experiencia de la visita sea conmovedora, ya que permite revivir la historia de la Segunda Guerra Mundial y el holocausto en el mismo lugar de los hechos.

La institución colabora con el Centro Ana Frank Argentina, en Buenos Aires, fomentando la educación de los jóvenes en la lucha contra la discriminación y la violencia. 

En el marco de la visita se firmaron dos acuerdos de cooperación entre la Casa de Ana Frank y el Ministerio de Educación, por un lado, y con la Secretaria de Derechos Humanos, por el otro.  Al término del recorrido, Macri y Juliana Awada firmaron el libro de visitas y luego se rubricaron los acuerdos de cooperación. 

En ese contexto, el ministro de Educación, Esteban Bullrich, señaló que el acuerdo es un paso importante para promover el legado de Ana Frank y educar a los jóvenes en la cultura de la tolerancia: "Ana Frank sabía lo que quería y sus sueños quedaron truncos en un mundo que promovía la intolerancia. Ahora la intolerancia está volviendo, se construyen muros con la intención de separarnos, y el presidente Macri es muy claro en esto de unirnos entre los argentinos y también a los países del mundo para construir juntos un mejor futuro para los jóvenes”, dijo. 

"Cuando uno se olvida, la historia puede cometer el pecado de los errores de la historia y Ana Frank nos ayuda a recordar una historia de la que debemos aprender”, añadió. 

Respecto del acuerdo, explicó que uno de los objetivos es que “los chicos argentinos puedan venir acá, que conozcan este trabajo, por más que se haya llevado la experiencia a Buenos Aires”.  

"Queremos que los jóvenes conozcan la historia de Ana Frank, pero también llamar la atención de los dirigentes, porque somos los responsables de que esos jóvenes puedan construir sus sueños”, sostuvo. 

En la misma línea, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, destacó la “contemporaneidad” del mensaje de Ana Frank y su importancia para educar a nuestra sociedad en una “conducta de decencia y respeto de los derechos humanos”. 

"En el mundo se están escuchando voces que alientan posiciones extremas que tienen que ver con la intolerancia, la xenofobia y la discriminación, y Argentina se pone al frente de la lucha por el encuentro, el diálogo, la integración, y la defensa absoluta de los derechos humanos y la memoria”, destacó Avuj en declaraciones a la prensa.  "El testimonio de Ana Frank es una enseñanza para las generaciones futuras”, añadió. 

Avruj fue consultado por la protesta de la asociación de derechos humanos H.I.J.O.S contra el presidente Macri durante el acto de bienvenida que le brindaron los reyes de Holanda y respondió que “ésta es la democracia, por lo tanto, bienvenidas las opciones”. 

No obstante, remarcó que “hay que entender que las opiniones de unos no deben ser contra los otros sino ir en la línea de la búsqueda de consenso. Tenemos que aprender a dialogar y escucharnos”, sentenció.