Estado Islámico (EI) asumió la responsabilidad del atentado del miércoles frente al Parlamento británico, luego de que las autoridades revelaran que su autor fue Khalid Massod, un británico conocido por la inteligencia interna y que había sido investigado por sus conexiones con la "violencia extrema", y elevaran la cifra de muertos a cinco. 

Identificaron al responsable de haber atropellado a varias personas con su auto y asesinado a puñaladas a un policía 

En un comunicado difundido por su agencia de noticias Amaq, el EI, que controla extensos territorios en Siria e Irak, dijo que el atacante de Londres, que atropelló a varias personas con un auto y luego mató a puñaladas a un policía, era uno de sus "soldados".

"El autor del ataque frente al Parlamento británico, en Londres, era un soldado del Estado Islámico", dijo el comunicado, que agregó que el hombre "llevó a cabo la operación en respuesta a nuestros llamados a atacar a ciudadanos de la coalición" de países que bombardea al EI en Siria e Irak.

El EI ha convocado a sus seguidores a cometer atentados en las naciones que integran la coalición liderada por Estados Unidos. El grupo se atribuyó ataques en Francia, Bélgica, Alemania y Estados Unidos, entre otros países, aunque algunas de sus reivindicaciones fueron consideradas oportunistas y poco creíbles.

El comunicado de los yihadistas se conoció poco después de que la primera ministra británica, Theresa May, dijera que el autor del ataque era un británico conocido por el servicio de seguridad interior MI5 y que había sido investigado en el pasado por posibles vínculos con el fanatismo religioso violento.

Agregó que el súbdito británico autor del ataque era Khalid Masood, de 52 años, nacido en el condado de Kent y residente habitual en la región de los Midlands del Oeste.

Masood, que tenía varios seudónimos, ya había sido sentenciado por accionar violento, aunque nunca por actividades terroristas. Su primera condena había tenido lugar en 1983, y la última, en 2003, había sido por portación de armas blancas, informó The Guardian.

Por otra parte, las fuerzas de seguridad detuvieron a ocho personas en seis direcciones en Londres y en la ciudad inglesa de Birmingham, en los Midlands, como parte de la investigación del ataque cometido por este "lobo solitario", que fue muerto a tiros por la policía y que según May actuó inspirado por el "terrorismo islamista".

La Policía informó que uno de los heridos graves, un hombre de 75 años, falleció, lo que elevó el saldo de víctimas fatales a cinco. 

En total, 40 personas resultaron heridas en el atentado, 28 de las cuales siguen internados, seis de ellos en condiciones críticas. De estas víctimas, muchos eran extranjeros, ciudadanos de 11 países diferentes. 

Toda la jornada estuvo marcada por la conmoción, la tristeza y los homenajes. 
Uno de los primeros homenajes lo realizó el Parlamento, al observar un minuto de silencio y reanudar sus sesiones menos de 24 horas después del ataque, que forzó el cierre del edificio del Legislativo.

May participó de esta simbólica sesión y en un sentido discurso recordó a las víctimas y a los sobrevivientes. 

"No tenemos miedo", dijo May en un simple pero desafiante mensaje ante los legisladores.

En una declaración de tono firme, prometió esclarecer cómo fue que el atacante arrolló a varios peatones con una camioneta 4X4 sobre el puente de Westminster antes de irrumpir en un patio del Parlamento y matar a un policía a puñaladas. Otros agentes mataron a tiros al agresor, que quedó tirado a unos 10 metros del policía. 

La premier dijo que los investigadores creen que actuó solo y que no hay razón para creer que hay preparativos en curso para "más ataques inminentes".

Al mismo tiempo que honró al agente fallecido, también destacó la actitud de millones de ciudadanos que continuaron con sus vidas en Londres con normalidad y describió esto como una prueba de que el ataque no consiguió amedrentar a los londinenses y británicos ni quebrar su determinación. 

"Mientras hablo, millones de personas están tomando trenes y aviones para viajar a Londres, para ver en persona la mejor ciudad de la Tierra", dijo. "Es en estas acciones -millones de acciones en plena normalidad- que encontramos la mejor respuesta al terrorismo ... nunca nos rendiremos", agregó, citada por la cadena de noticias BBC.

El Parlamento retomó sus actividades tras un minuto de silencio a las 9:33 y un homenaje al policía asesinado, el ex soldado Keith Palmer, de 48 años y con 15 en la fuerza policial. 

El atentado provocó gran conmoción en el Reino Unido, donde las fuerzas del orden han realizado en los últimos años numerosos entrenamientos para afrontar la amenaza islamista, especialmente tras los ataques de enero y noviembre de 2015 en París, en Bruselas en marzo de 2016 y en Berlín en diciembre pasado.

Los alrededores de las Casas del Parlamento, donde se encuentra el famoso reloj Big Ben, continuaron hoy acordonados, y seguía cerrada la estación de subte de Westminster, que da acceso al "corazón del poder" en el Reino Unido.

La policía reabrió el puente de Westminster, donde aún podían verse manchas de sangre pero que estaba desierto, cuando normalmente está lleno de personas, sobre todo turistas. 

Decenas de policías desarmados, vestidos con camperas amarillas, montaban guardia sobre el puente, guiando a confundidos londinenses que querían llegar a sus trabajos y a turistas que buscaban continuar con su paseo.

En la calle en la que se continúa el puente, pasando el Big Ben, cuatro ramos de flores fueron depositados sobre la vereda a varios metros del lugar donde el atacante estrelló su auto contra las rejas del Parlamento, antes de entrar al patio. Las flores estaban bajo el cordón policial que cerraba el acceso al área.