Miguel Galuccio, expresidente de YPF desde su estatización en 2012 hasta el fin del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, formará parte del directorio de la petrolera Schlumberger, una de las principales empresas de servicios petroleros del mundo, en la que se desempaña antes de ser repatriado.

El dato fue informado por la compañía, que tiene sede en el Reino Unido, a sus accionistas.

Galuccio fue echado de YPF en marzo pasado por iniciativa del ministro de Energía, Juan José Aranguren, a pesar de que el presidente lo había ratificado y se llevó una millonaria indemnización, que según fuentes de mercado superó los 5,5 millones de dólares por los tres años que estuvo al frente de la petrolera bandera.

Schlumberger fue una de las principales contratistas de Vaca Muerta y obtuvo jugosos contratos tras el polémico acuerdo entre YPF y Chevron, siempre de la mano de Galuccio, lo que generaba suspicacias en el sector petrolero, ya que elegido por Cristina Fernández para dirigir la empresa estatizada venía justamente de trabajar en esa compañía inglesa, de hecho, su mujer e hijos nunca abandonaron la comodidad londinense.

Su gestión como presidente de YPF fue muy criticada por los escasos resultados que logró en materia de aumento de la producción mientras que los precios para los consumidores subieron fuertemente y la petrolera se endeudó fuertemente.

A pesar de supuestos chisporroteos con los camporistas que la entonces presidente le puso como contrapeso en YPF, como el exministro de Economía Axel Kicillof o Nicolás Arceo, Galuccio pudo alcanzar diversos acuerdos con ese sector, lo que le permitió llevar adelante iniciativas polémicas como el acuerdo con Chevron.

La Ley de Ética Pública prohíbe a los funcionarios y autoridades de empresas del Estado trabar en el sector privado por al menos 3 años. ¿Hará la denuncia Laura Alonso?