De esta manera, Salvia fue determinante al decir que: "Lejos de la promesa de la inclusión que ofrecía el kirchnerismo, tampoco aquí la tenemos (con el macrismo). Se junta el aumento de la desigualdad con el aumento de la pobreza extrema”.

A su vez, aclaró que: “esa inclusión va a venir de la mano del empleo de calidad que no lo va a fomentar ni la gran empresa ni la lluvia de inversiones, sino a partir de cuánto se desarrolle la pequeña, mediana y la microempresa".

Asimismo, el directivo trazó un panorama oscuro sobre las cifras de la pobreza extrema que mostrarán las estadísticas de los últimos tres meses del año pasado, a horas de haberse conocido los datos oficiales del INDEC, que señalan que la mitad de los argentinos que trabajan percibe menos de 8 mil pesos mensuales.

Salvia adelantó tambien que, aunque el Observatorio de la Deuda Social no maneje los números todavía, "es de esperar que más que aumentar la pobreza en este trimestre, vaya a haber un aumento de la indigencia, del extremo de la pobreza".

En las evaluaciones quedó a la vista que “ En el primer trimestre de 2016, el más perjudicado no fue el segmento más indigente, sino las clases medias bajas o los sectores pobres no indigentes, y en este segundo tercer trimestre los más perjudicados serán los del segmento más pobre".

Y atribuyó este acontecimiento a la "reducción de las oportunidades de trabajo como changas, actividades de empleos eventuales y el impacto de la inflación".

"El fenómeno de la marginalidad que experimenta Argentina, no es nuevo sino que remite a los últimos 20 años, es una marginalidad, una pobreza estructural que tiene como clave la ausencia de mecanismos de empleo, de incorporación a un mercado de trabajo más formal para el conjunto de la sociedad", advirtió