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25 de Noviembre de 2024
POLITICA
29 de octubre de 2016
Gustavo Ferrari, ministro de Justicia bonaerense, reconoció que la situación judicial de la líder de la Tupac Amaru "merecería una reevaluación", pero aseguró que "el estilo, los gestos y el poder que ha demostrado tener evidencian un tratamiento diferencial”.
El ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari, interpretó el sábado que “hay razones como para considerar” que Milagro Sala “tenga que ser detenida”, pero admitió que ante el planteo de una agrupación dentro de las Naciones Unidas que definió de “arbitrario” el arresto de la jefa de la Tupac Amaru, el tema “merecería una reevaluación”.
Aunque dijo no tener “dudas” de que el caso de la dirigente jujeña será reconsiderado porque, aceptó, “los aspectos internacionales pesan”, Ferrari enfatizó que en la prisión preventiva de Sala -acusada de desviar fondos públicos, asociación ilícita y extorsión- se tuvo en cuenta su “poder” frente a la posibilidad de “entorpecer” el proceso que enfrenta.
“Ojo con algo: no es lo mismo Milagro Sala que cualquier persona que no tiene ningún margen de poder; ella era líder de una organización que manejó políticamente una provincia. Entonces las posibilidades de entorpecimiento de los procesos tiene que ver con el poder que alguien tenga”, remarcó.
El Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas calificó ayer de “arbitraria” la encarcelación de Sala y pidió su liberación “inmediata” al “Estado argentino”.
Esta mañana, el fiscal de Estado de Jujuy, Mariano Miranda, ratificó que esa dependencia se basó en información “desactualizada”, y afirmó que la dirigente social se encuentra con prisión preventiva acusada de “delitos de corrupción graves” e, incluso, por “encubrimiento de una tentativa de homicidio”.
Miranda reiteró que “no es vinculante” el informe del Grupo de Trabajo de la ONU y resaltó que “ni siquiera es una recomendación” de la ONU sino la “opinión de un organismo técnico dentro de un procedimiento especial del Consejo de Derechos Humanos”.
El funcionario judicial señaló que los “cinco relatores” de esa agrupación “tomaron como válida que la detención de Sala se refiere al ejercicio de un derecho a la protesta, conocido como el acampe (de diciembre en la Plaza de Jujuy), y esto no es así: Milagro Sala ha sido excarcelada en esta causa y está detenida por otro tipo de hechos de corrupción graves” en “causas que se tramitan tanto en la justicia federal como en la justicia ordinaria de la provincia de Jujuy”, precisó.
Al respecto, puntualizó que la dirigente enfrenta “una causa por fraude a la administración pública, donde faltan 29 millones de pesos; está imputada por asociación ilícita en dos causas y, en otra, por un faltante de 800 millones de pesos en la construcción de viviendas y también imputada con prisión preventiva por encubrimiento de una tentativa de homicidio”.
Al hacerse eco de esta cuestión, el ministro de Justicia fijó su postura: “Entiendo que hay razones como para considerar que la persona (en alusión a Sala) tenga que ser detenida”, puntualizó.
Con todo, aseguró que como “claramente los aspectos internacionales pesan, creo que merecería una reevaluación ante este planteo”.
“Es un tema de mucha complejidad política, evidentemente los sistemas de revisión tendrán que evaluar si efectivamente hay contenido político” en la detención de la líder la Tupac Amaru, señaló el funcionario bonaerense, aunque insistió en advertir sobre la posibilidad de la detenida de perjudicar el proceso judicial.
En tal sentido, Ferrari abundó: “A mí me parece que el estilo, los gestos y el poder que ha demostrado tener esta persona evidencian un tratamiento diferencial”.
“Porque las determinaciones de las prisiones también tienen en cuenta las características y el poder que alguien tiene para el entorpecimiento del proceso y es eso lo que se ha evaluado en esta oportunidad”, reiteró.