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CAMPO
19 de abril de 2016
La Bolsa de Comercio de Rosario, alertò que el 63% del area de Soja de Primera que resta cosechar (en la zona nùcleo que incluye Buenos Aires, Santa Fe, y La Pampa) se encuentra bajo riesgo de pèrdidas y tambien puso en duda que los rindes por hectàrea para este cultivo en la zona nùcleo puedan alcanzar los 40 Quintales por Unidades de Superficie.
"El 63% del área de soja de primera que resta cosechar se encuentra bajo riesgo de pérdidas" estimó la Bolsa de Comercio de Rosario a través de la Guía Estratégica para el Agro (GEA).
"Este último fin de semana cayeron 120 milímetros de lluvia en noreste de la provincia de Buenos Aires", precisó a Télam, Sofía Corina, investigadora de GEA, al tiempo que sostuvo que "se sigue complicando la calidad de la semilla".
Corina indicó que "todo lo que se venía viendo se intensificó con estas lluvias y el clima húmedo", porque explicó que "la altísima humedad, sumado al aumento de la temperatura, son dos condiciones para el brotado de la semilla en planta", proceso que da por resultado "un grano dañado de baja calidad, que no sirve para la industria".
La investigadora de la GEA subrayó que "si baja la calidad, eso afecta el rinde", y pronosticó que "el 10% del rinde o incluso más podría estar comprometido".
Además remarcó que "esto aumenta los costos de comercialización", porque indicó que "si se requiere un secado adicional, o por el mal estado de caminos, se debe recurrir al uso de silobolsas, se encarece todo".
Asimismo puntualizó que "si se embolsa con alta humedad, se produce se corren otros riesgos, que se produzca fermentación, que aparezcan hongos, y que se pierde calidad".
En su último informe, la GEA, dependiente de la institución bursátil rosarina, advirtió que "el oscurecimiento de las plantas, producto de la proliferación de enfermedades y el brotado de la semilla en la vaina, ponen en jaque la calidad comercial".
Asimismo subrayó que "la merma de rindes aun no puede predecirse", ya que destacó que "hay numerosos lotes a los que no puede accederse, pero los síntomas de deterioro comienzan a ser visibles".
La GEA puntualizó que "en las últimas dos semanas cayeron 150 mm de promedio, de lluvias casi continuas, paralizando el avance de la cosecha", y remarcó que "los caminos presentan un estado calamitoso".
La última semana, el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, reconoció que en caso de no cesar las precipitaciones, la cosecha de soja estimada en 59 millones de toneladas se podría “complicar” y que “si no paran las lluvias se pierden los rindes”, al tiempo que el productor agropecuario Gustavo Grobocopatel calculó potenciales pérdidas en “dos o tres millones de toneladas”.
Según la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, hay 350.000 hectáreas de soja en esa provincia en “alerta roja” y que “las pérdidas pueden ser cuantiosas” para los productores sojeros.
Por su parte, la de Rosario indicó que "tambalean los 40 quintales por hectárea de promedio", y señaló que "sin piso ni caminos transitables, se espera a que esclarezca el cielo".
El análisis de la GEA alertó que "los cuadros de soja se tiñen de negro producto del avance de las enfermedades", y explicó que "este síntoma puede agravarse con el aumento de las temperaturas y la continuidad de las lloviznas".
Remarcó que "la cosecha, que hasta antes de las lluvias, en pocos días llegó a cubrir el 37% de las hectáreas de soja de primera, hoy está lejos de retomar aquella intensa actividad", y estimó que "el estado de los caminos relentecerá aún más el comienzo de la recolección, promoviendo la estrategia de embolsar".