Sábado 23 de Noviembre de 2024

SEGURIDAD

30 de marzo de 2016

Cárceles bonaerenses: colapsadas y en condiciones deplorables

Según un relevamiento las cárceles de la provincia no tienen una celda que cumpla “con los requerimientos básicos de habitabilidad en términos materiales”

Desde hace años la situación en las cárceles de nuestro país vienen presentando un importante deterioro tanto en los niveles edilicios, como administrativos y humanos. A diario se denuncian condiciones inhumanas de detención, torturas y malos tratos, fugas y motines, casos de corrupción y la lista sigue. De esta escandalosa realidad la provincia de Buenos Aires no se encuentra ajena y por eso en este informe presentamos algunas de la realidades más preocupantes.

¿Qué es lo que pasa?

De acuerdo a un relevamiento realizado por la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), ninguna de las 60 cárceles de la provincia de Buenos Aires tienen una celda que cumpla “con los requerimientos básicos de habitabilidad en términos materiales”.

Además, el informe describe que las cárceles padecen falta de alimentos, dificultades para el acceso al agua potable y plagas de roedores e insectos. Las celdas “no sólo se caracterizan por sus pequeñas dimensiones sino por sus artefactos, que distan de ser higiénicos: tienen la letrina y una canilla para beber agua encima, posibilitando la contaminación”, detalla el documento del organismo.

A su vez la CPM menciona que “las condiciones materiales se han deteriorado con “cloacas desbordadas, celdas de cuatro metros que alojan de dos a tres jóvenes, escaso o nulo acceso a la educación y actividades en cuentagotas”.

En este contexto, es importante destacar que el Estado provincial le aprobó al Servicio Penitenciario Bonaerense un presupuesto de 6.763 millones de pesos para el cuidado de los 34 mil presos. Lo que significa que por cada recluso la provincia destina 18.611 pesos mensuales para garantizar su salud, seguridad y educación. Sin embrago, los números no se condicen con lo que describen quienes transitan por dichos establecimeintos.

Crímenes internos

Además de los problemas estructurales, en las carceles bonaerenses existen otra gran variedad de dificultades. Durante el segundo mandato de Daniel Scioli, las prisiones bonaerenses tuvieron un saldo de 897 muertos. Entre 2013 y 2014 se registraron más de 12 mil episodios de violencia, entre los que se incluyen la agresión entre los presos, amenazas al personal, represión por parte de los agentes penitenciarios y los intentos de suicidio. Y hubo casi 5 mil hechos de tortura.

En un año se iniciaron 2.998 causas penales, en general por apremios ilegales y vejaciones. Una de las formas de tortura son los aislamientos por tiempo indeterminado, que en un año ascendieron a 951. La otra, los traslados constantes, por los cuales los presos pierden la noción de dónde están. Las condiciones de vida y el acceso a la salud son lo más denunciado por los presos cuando son visitados por el personal de la Comisión Provincial por la Memoria.

Motivos para la fuga

Luego del escándalo por la fuga de los tres condenados por el triple crimen de General Rodríguez, el ministro de Justicia bonaerense, Carlos Mahiques ordenó que se realizara un relevamiento en todas las prisiones de la Provincia.

En los últimos tres años se fugaron 1.198 presos de alcaidías y cárceles del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). Es decir que cada día un preso eludió los controles penitenciarios en la provincia de Buenos Aires.

En relación a ello, en los últimos días se conoció que más de 5.500 celdas del SPB estaban atadas con alambres o precintos de plástico. Realidad que motivo a la compra de más de diez mil candados por parte del gobierno provincial. Asimismo, se conoció que en los pabellones de máxima seguridad donde se exige candados revestidos en acero, más resistentes y con la capacidad de ser incombustible, sólo el 30% lo tenía.

Más de lo pautado

Por otra parte, los informes estiman que existe más de 20% de superpoblación. "La población carcelaria permanece alojada en condiciones extremas: hay casi 35.000 detenidos en 28.000 plazas disponibles. Asimismo, el 60% de la flota automotor disponible para el traslado de detenidos está fuera de servicio (de 219 vehículos entre celulares, camionetas y autos sólo funcionan 84)”, señala el relevamiento.

Además, los funcionarios describen que la situación de los detenidos dentro de las carceles es deplorable "padecen de hambre, frío y carecen de los mínimos elementos de primera necesidad".

En ese contexto, la Iglesia manifestó su preocupación por la realidad carcelaria del país. La Conferencia Episcopal Argentina destacó en un documento que "Nadie por haber delinquido, pierde su condición de persona, de Hijo de Dios y de miembro de la familia humana".

(InfoGEI) Mg

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