Durante la gestión kirchnerista, la oposición cuestionó en repetidas ocasiones el uso propagandístico que se le dio a Fútbol para Todos, para el que se utilizaban fondos públicos. Ya antes de la campaña, Mauricio Macri y el PRO prometieron cambiar el sistema en caso de llegar al Gobierno. Con el desafío consumado, las modificaciones se pudieron en marcha. Fernando Marín, designado por el Presidente para coordinar el programa, prometió política cero en la pantalla.

"Hacer de una transmisión de futbol una herramienta política confunde a la gente", dijo en InfobaeTV. Y prometió que "la despolitización de la pantalla va a ser absoluta". "Solo habrá campañas de bien público. No habrá campañas de signo político. Tampoco habrá publicidad política en la estática", detalló.

El funcionario indicó que el objetivo es achicar el gasto fiscal en el financiamiento de Fútbol para Todos. "Los fondos saldrán de un sponsor titular, la venta de los derechos a los canales y la incorporación de la publicidad privada en la Televisión Pública. La idea es que al Estado le salga lo menos posible".

Marín explicó que "en este semestre hay un ahorro aproximado del 45% con respecto al primer semestre del año pasado". El Estado desembolsará $ 761 millones solamente por los derechos de televisación del torneo de transición. A esta cifra hay que sumarle los gastos de producción.

Consultado por los periodistas que integrarán el staff de las transmisiones, Marín contó cuál fue su único pedido. "Todos tienen libertad de expresión absoluta. Lo único que les pedí es que se ciñeran a lo que es el futbol porque la gente pone un partido para ver futbol". Habrá periodistas con reconocida militancia kirchnerista que seguirán al aire ( como Diego Brancatelli) y otros a los que no le renovaron el contrato (el caso de Javier Vicente).

Marín también se refirió al escándalo que protagonizaron los jugados de Estudiantes y Gimnasia de la Plata en el torneo de verano de Mar del Plata. "Fue una vergüenza. No puede repetir", dijo. En ese sentido, apuntó que "el profesional tiene que saber que esto no va más" y por eso consideró que "las penas tienen que ser ejemplificadoras".