Sábado 23 de Noviembre de 2024

22 de enero de 2016

La Causa avanza con los Kirchner, Anibal, Berni y el empresario Hugo Sigman

El proceso investigativo sobre la masiva importación de efedrina a la Argentina por las droguerías locales de segundo orden están comprometiendo cada vez más a figuras de alto nivel

Esto está llevando a cada vez más a conexiones entre diferentes y complejas causas judiciales, como ser: el triple crimen, los hermanos Zacarías y el financiamiento de la campaña de Cristina Kirchner Presidente 2007.

De acuerdo a dichos del sitio informadorpublico.com, la importación de efedrina en grandes cantidades a la Argentina, tuvo como promotor en el exterior a Hugo Chávez, quien habría convencido al matrimonio Kirchner de su producción en gran escala para pasar por la República Bolivariana y de ahí a los carteles mexicanos como el de Sinaloa, los Zetas y el Golfo.

Otro elemento clave para este proceso y que se encuentra en la mira de los investigadores, es la planta productora de efedrina en la India de Chemo Group, cuyo dueño es el empresario Hugo Sigman, de mucha afinidad con el kirchnerismo por aquellos días.

De acuerdo a información del citado portal, desde dicha planta se mandaba a la Argentina la enormidad de 50 toneladas, cuyo valor, transformada en éxtasis o cristal, pudo llegar a los 5.000 millones de dólares.

Atento a la magnitud y alcance internacional que adquirió esta operatoria, se presume la existencia de un fuerte involucramiento de los presidentes de Venezuela y Argentina, a través de los hermanos Zacarías en la Rosada y en la SEDRONAR, Aníbal Fernández como ministro de Justicia y Seguridad, es decir, del manejo de jueces y policías, con fuerte incidencia en la bonaerense.

El gran centro de las operaciones fue la provincia de Buenos Aires. No obstante, también se puede recordar a Rosario como un eslabón más de este negocio, pero ahí se trataba de paco y cocaína, salvo Mario Segovia, que también operaba con la efedrina y las droguerías de segundo o tercer nivel.

La denuncia de Graciela Ocaña originó la imputación por primera vez a Sergio Berni -y quizás a Franco Piccardi-, tiene un alcance impredecible y puede alcanzar a Alejandra Gils Carbó.

Evidentemente estamos ante una película de ribetes gansteril, con protagonistas de altísimo calibre que promete muchos capítulos y está muy lejos de su finalización.

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