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25 de enero de 2016
Dieron a conocer mails que muestran que la efedrina ingresaba al país como pólvora, ya que la supervisión de la carga estaba a cargo del RENAR, entidad que dependía de Aníbal Fernández
Ibar Esteban Pérez Corradi tenía por entonces la impunidad para negociar la compra de toneladas de efedrina vía mail, con vendedores chinos. Desde una casilla de la droguería Masterfarm, cuya titularidad se le atribuyó al mismo Pérez Corradi, escribió: ”Hola, tengo una compañía farmacéutica de ventas en Argentina, Sudamérica. Estoy interesado en comprar Ephedrine HCI (por Efedrina) y Pseudoefedrina HCI 1000kg de cada una. ¿Puede decirme precio y método de entrega?”.
Los mails fueron revelados por el periodista Nicolás Wiñaski en una nota para el diario Clarín.
Pérez Corradi mandó mails a varias compañías de medicamentos de China. Además de comprar esa sustancia, pedía que llegue al país escondida como “pólvora”. Según él, eso le permitía “limpiar” los controles aduaneros. Para distintas fuentes judiciales, este narcotraficante lograba esa impunidad debido a sus contactos con el Registro Nacional de Armas (RENAR), donde trabajaba de forma informal su ex socio, el hoy preso Martín Lanatta.
En otro de los mails dados a conocer, el ahora prófugo decía: ”Estimado señor, El precio es de 250 USD por kg si compra 1000 kg. El transporte desde el Reino Unido es por DHL, por favor háganos saber como le gustaría proceder. Saludos…”.
Los mails de Pérez Corradi son indicios judicializados que muestran cómo hacía negocios gracias a contactos con el poder político K.
A las 07:24 del 10 de julio del 2008, desde la casilla [email protected], Pérez Corradi pregunta lo siguiente, entre otras cosas: “Si pago cuando el material llega, puedo empezar el negocio ya mismo y comprar más de 2000 kg al mes”, y agrega,: “Puede enviarme la efedrina hcl y el que tiene pólvora (sic)? Porque la pólvora necesita controles especiales aquí y los puedo limpiar fácilmente”.
El 11 de julio le contestaron lo que esperaba: “… Podemos poner la opción de pólvora, no es problema”, le dijeron. E incluso le ofrecieron otros narconegocios: “También tenemos mdma (un estupefaciente de diseño), hielo (sic) heroína, coca, puede ayudarnos a venderlos también?”.